Los rotores picadores de fibra son muy comunes en las enfardadoras prismáticas. Se trata de un rotor de contracuchillas que gira a alto régimen en el mismo sentido de circulación del forraje y acompaña así su movimiento. El elemento cortante son las cuchillas fijas sobre un cajón o soporte. En general el largo de corte se regula con la cantidad de cuchillas que se colocan en el cajón.
Las ventajas que ofrece este sistema radican en la reducción del tamaño del alimento que se traduce en una reducción del tiempo necesario para masticar y/o rumiar, un beneficio similar ocurre al ser utilizada esta reserva en el armado de dietas con mixers.
Actualmente se ven en el mercado rotoenfardadoras equipadas con estos rotores picadores, rotor cutter o cutters. En las enfardadoras prismáticas están más difundidos ya que el circuito por el que transita el forraje es algo diferente, se diferencia en que luego de ser así cortado el forraje queda dentro de una cámara cerrada, aquella donde se realiza la primera compactación del alimento, y por este motivo no existen pérdidas producidas por el picado.
Para las rotoenfardadoras existe la idea que este sistema de picado produce pérdidas de material especialmente en leguminosas. A partir de esto, el INTA PRECOP realizó una evaluación a campo de una máquina así equipada y estudiaron los resultados obtenidos en lotes de alfalfa y moha. Para esto se utilizó una rotoenfardadora equipada con 14 cuchillas con safe independiente que generan un corte de entre 7 y 14 cm de largo.
Luego de algunos ensayos realizados en USA en el año 1985; ha quedado aceptado como límite permitido de pérdidas un máximo de 4 %. Con este parámetro establecido, los resultados del ensayo del INTA marcaron en ambas situaciones valores bajos de pérdida, aunque sí con diferencias.
Resultados del estudio
Las máquinas convencionales mostraron pérdidas equivalentes al 1 % y aquellas equipadas con cutter mostraron pérdidas de 2-3 %. Si bien, estas últimas son el doble que las obtenidas sin cutter, como dijimos antes, están dentro del máximo tolerable. Dicho de otro modo, hay una diferencia en la pérdida de forraje observada entre las dos situaciones, pero en ninguno de los dos casos ésta es significativa respecto al total recolectado.
Más rapidito
A estos resultados se suma una prueba más, realizada a partir de estos mismos rollos así confeccionados. Se trata de su posterior procesamiento antes de ser suministrado a los animales. Se evaluó su desmenuzado en un mixer vertical de 15 m3. El primer paso fue igual para ambos tipos de rollos, consistió en un desmenuzado de un minuto sin la activación de las trabas laterales. Luego se colocaron éstas y terminó el desmenuzado. El rollo confeccionado con cutter requirió solo 7 min hasta que, visualmente, el material estaba listo para agregarle el resto de los ingredientes para una ración destinada a vacas lecheras. Para los rollos confeccionados sin cutter fueron necesarios 20 minutos para lograr la misma realidad. Queda claro aquí la reducción en el tiempo necesario para preparar la mezcla, estamos hablando que solo se requiere un 30 % del tiempo en una alternativa versus la otra.
Por tamaños
Luego, ambos materiales procesados por el mixer fueron sometidos, por los investigadores del INTA Manfredi, al trabajo de un separador de partículas. Los resultados mostraron porcentajes muy similares para las dos fracciones que este proceso muestra; a saber, partículas mayores y menores a 19 mm. Sí se observaron diferencias en el tamaño de las partículas más grandes. Los rollos confeccionados con cutter y tratados 7 minutos en el mixer mostraron partículas de un máximo de entre 10 y 20 cm mientras que luego de tratar 20 minutos los otros rollos las partículas más grandes alcanzaron entre 30 y 60 cm de largo.
Queda demostrado así, dicen los técnicos de INTA, que aquellos rollos hechos con el pretratamiento de la fibra producen, en menos tiempo, un material perfectamente apto para ser mezclado con el resto de los ingredientes y, como dijimos al principio con un tamaño de partícula que requiere menos tiempo de masticado y rumiado por parte del ganado y con buena insalivación.
Vale destacar que todos estos beneficios son logrados con un nivel de pérdidas muy bajo que no se acerca al máximo tolerable del 4 %.