Especialistas del INTA avanzan con el desarrollo de variedades de avena que rindan más, se adapten a diversos ambientes y posean tolerancia y resistencia a las principales enfermedades.
La tecnología incorporada en la genética de la semilla se caracteriza por ser de fácil adopción, generar un mayor retorno económico y no generar impacto negativo en el ambiente, destacan desde el INTA. La nueva variedad Liliana INTA posee un alto potencial de producción de biomasa, con excelente rebrote lo que genera una mayor productividad, bajando los costos por raciones. Su tolerancia a las principales enfermedades permite ahorrar aplicaciones de productos químicos, con un impacto favorable en los costos y un manejo diversificado.
Liliana INTA permite hacer siembras tempranas, tiene una rápida producción inicial y mantiene una altísima tasa de crecimiento durante el invierno. "Esta variedad se destaca en el centro y norte de la región pampeana", sostuvo Agustín González -investigador del INTA Bordenave y obtentor de la nueva variedad-.
Este nuevo cultivar, además, se adapta a la zona centro y norte de la región Pampeana: Paraná, Córdoba, Rafaela, Santa Fe y este de Córdoba. En los últimos años, cada variedad de avena que desarrolla el INTA incrementa la producción entre un 4 y un 5 %, en comparación con las anteriores. De hecho, en la actualidad, el 90 % de las variedades de avena que se siembran en la Argentina fueron desarrolladas por el INTA.
La avena Liliana INTA es comercializada por la empresa Acopio Arequito -Arequito, Santa Fe- y su red de distribuidores, bajo un convenio de vinculación tecnológica público-privado, donde el INTA aporta la genética y la empresa la multiplica y distribuye semilla fiscalizada de alta calidad.