“Dentro de la general, se puede hablar de un atraso en la negociación de alquileres debido a que este negocio necesita una fuerte baja de los mismos debido al aumento de costos, los bajos precios futuros y el quebranto que muchas empresas acarrean desde la campaña pasada, mientras que los dueños de los campos también se encuentran afectados por la inflación”, comenta Alejandro Vejrup de la empresa Globaltecnos SA.
Entre esta puja de intereses se van a ir definiendo los montos de alquileres para la próxima campaña. Por otra parte, yendo a cada cultivo puntual, los costos de los cultivos de invierno son muy superiores a la soja y los costos de financiación se han encarecido respecto de la campaña pasada. “Con respecto a la intención de siembra, es de esperar un aumento en la superficie de trigo y una baja en la superficie de la cebada y de algunas legumbres de invierno.
El aumento del trigo respondería a los siguientes factores: el año pasado fue la superficie más baja de los últimos 110 años con lo cual es de esperar un aumento, en algunas zonas donde no se pudo sembrar por inundaciones y van a sembrar trigo, para intentar mantener una cierta rotación de cultivos, el precio futuro de hoy es mejor que el de la cebada y, en zonas adonde fue mal con cebada otros cultivos durante la campaña anterior, es probable que vuelva algo de trigo”, agrega Vejrup.
En cuanto a cebada, lo que se habla en los Grupos de Comercialización y con productores es que, donde el año pasado hubo una relación de 20% trigo y 80% cebada, podrían volver a un 40% de trigo y 60% cebada, sin embargo, el desánimo hacia la siembra de trigo sigue siendo muy alto y los nuevos anuncios no despiertan mayor interés por falta de confianza. Fuentes privadas indican que la superficie de trigo podría crecer a 4 millones de hectáreas y la cebada podría caer a 1,2 millones. (ver gráfico). Sin embargo, los productores van a tomar la decisión a último momento y esta va a estar muy de la mano del cierre de alquileres, de los costos, de los precios futuros del cultivo y de la financiación disponible.
Con respecto a los alquileres, dependiendo la zona (no se puede generalizar nada), se escuchan bajas del orden del 20% en los alquileres, en algunos casos más y en otros menos. Buscando fijar los precios con el valor de la soja futura en lugar de soja disponible e intentando hacer contratos a porcentaje o “poniendo” un piso de quintales y un variable en función del resultado alcanzado.
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Fuente: Globaltecnos SA sobre la base de Minagri y fuentes privadas.
Para el ingeniero Mario Merlo, gerente de La Bragadense SA y Asesor Agropecuario, “con un trigo a 186 dólares y una cebada a 196 dólares, se observan márgenes más ajustados para los cultivos de invierno que para la soja. La ventaja de la cebada es que desocupa el campo antes que el trigo y permite un rendimiento un 20% superior cuando se hace soja sobre cebada que sobre trigo. El interés de siembra para la próxima campaña se sostiene porque el valor de la semilla es similar al del año pasado y a pesar de los malos resultados obtenidos en la 2012/2013, donde se obtuvieron 2000 kilos en la zona oeste de Buenos Aires que requiere un rendimiento de indiferencia cercano a los 3000 kilos en campo propio. Para el oeste se espera una tendencia a la baja cercana al 20% en los alquileres en campo propio, lo mismo que ocurriría en la zona núcleo de esta provincia (Pergamino, Salto, Rojas), empujada por el aumento de los insumos en dólares. Así, se observa un incremento del gasoil de $5 a $8, el Round Up de $2,5 a $3,8 y del flete, que hoy representa un 15% del valor de la soja.
En el sur no cambia el panorama
Según productores de esa región (zona Tres Arroyos y Orense) hay poco entusiasmo por el trigo dado principalmente por la intervención del mercado, las malas condiciones de comercialización y, particularmente el año pasado, los problemas de calidad y disminuciones del rendimiento dados por excesos hídricos primaverales que hacen un combo que resulta en productores totalmente desfinanciados.
No obstante, la tendencia es que se va a sembrar igual que la campaña anterior (30% de trigo y 70% de cebada) y, si bien los números no cierran, la fina se mantiene por un tema de rotación de cultivos. En los alquileres se observa una tendencia a la baja entre un 15% y 20% dado por el retiro de grandes grupos que hicieron que haya una mayor oferta y menor demanda, y la aparición de jugadores locales que ocupan su lugar. En la zona de Tres Arroyos el rendimiento de indiferencia en trigo es de 3500 kilos por ha, con un histórico entre 4500 y 5000 por ha. En la última campaña hubo un buen desempeño en la gruesa con sojas de 3200 kilos/ha y maíces de 8000 a 9000 kilos; por encima del promedio para la zona que ronda entre los 2500 y 2800 en sojas de primero y entre 2200 y 2000 kg/ha en sojas de segunda.
Recuperación internacional
A nivel mundial, para la campaña 2013/14 se espera una recuperación de la producción en volumen de un 3,8% (de los 655 millones de toneladas a 680 millones de toneladas), asumiendo que el clima continúe estable. Para Argentina se espera una mayor siembra de trigo con una producción levemente superior a la del ciclo pasado, aunque los saldos exportables continuarán limitados, con fuerte intervención del Estado y precios reducidos, según la consultora Agritend SA.
