La fuerte devaluación del peso instrumentada este año por el gobierno nacional comenzó a generar una progresiva pérdida de la capacidad de compra de la población asalariada (en enero la inflación en la ciudad de Buenos Aires fue de 6,1% según datos de la consultora Elypsis).
Pero los mayores problemas se están registrando (y se registrarán) en las comunidades productivas del interior del país, dado que, en las mismas, a diferencia de lo que ocurre en la ciudad de Buenos Aires, los precios de la energía y el transporte están completamente desregulados.
Esta semana las autoridades del Banco Central (BCRA) lograron contener el tipo de cambio por medio de un instrumento técnico que demuestra destreza en la gestión de la política cambiaria. “Con un plan económico integral esta nueva medida no sólo podría comprar tiempo, sino también tranquilidad, porque al aumento del stock de reservas netas le brinda al BCRA más espalda para seguir aguantando el drenaje al tipo de cambio de 8,0 pesos por dólar. Pero justamente este es el punto en donde comienzan a jugar variables que se encuentran fuera del dominio del BCRA”, indica el último informe semanal de la consultora Economía & Regiones.
“El sostenido exceso de gasto, el aumento del déficit y el permanente incremento de la dominancia fiscal son el origen de la actual crisis cambiaria. Para parar la fuga de reservas y eliminar las presiones cambiarias es necesario aplicar un plan integral cuyo corazón sea el ajuste fiscal y la eliminación de la dominancia fiscal. Sin ajuste fiscal y sin eliminar la dominancia fiscal, no hay chances de éxito”, alerta el informe.
“Sin embargo, el ajuste fiscal no depende del BCRA, sino del Ministro de Economía y de la Sra. Presidente. En ese sentido, el Poder Ejecutivo hasta ahora sólo ha anunciado expansiones de gasto. Es decir, pareciera que no hay intención de hacer un ajuste, por lo que se pierde la oportunidad de lograr coordinación entre las medidas implementadas y alcanzar un plan integral. De perder esta oportunidad, muy difícilmente se termine teniendo éxito en detener el drenaje de reservas, diluir las presiones cambiarias y revertir definitivamente la actual crisis cambiaria”, añade.
“En definitiva, todos los esfuerzos realizados por el BCRA, adoptando medidas en la dirección correcta, para enfrentar la difícil situación macroeconómica actual, quedan neutralizados por las decisiones de política del Ministerio de Economía”, señaló Economía & Regiones.
Los economistas de la consultora indican que devaluar sin eliminar de los subsidios terminará agravando la crisis cambiaria porque la suba del dólar oficial se traslada más que proporcionalmente al gasto en subsidios energéticos, aumentando el déficit fiscal, las necesidades financieras y la dominancia fiscal.
“En la Argentina de 2013 el gasto agregado en energía era financiado en un 67% por el Estado y en un 33% por el sector privado. Esto quiere decir que cada 100 pesos de gasto en energía, el sector público nacional pagaba 67 y los privados 33. Pero como el precio de la energía es valuado en dólares, si el tipo de cambio se deprecia un 50%, la misma cantidad de energía que antes costaba 100 ahora pasará a costar 150 pesos. Sin embargo, sin aumento de tarifa y sin cambios en los niveles de consumo, el sector privado seguirá pagando 33 pesos, pero el sector público tendrá que pagar 117 pesos”, explica el informe.
“Devaluar sin eliminar los subsidios y subir las tarifas no sólo agravará la actual crisis cambiaria que enfrenta nuestro país, sino que afectará regresivamente a la población. El universo total de trabajadores terminará subsidiando, con la pérdida del poder adquisitivo de su salario y sus jubilaciones, a un pequeño universo de residentes de CABA y en menor medida de GBA, que presentan el mayor ingreso per cápita del país”, apunta Economía & Regiones.
“En definitiva, no es agradable, pero es imprescindible hacer un ajuste fiscal que reduzca el déficit y las necesidades financieras del sector público nacional. Un ajuste fiscal del gobierno será más benigno que un ajuste por las malas del sistema económico. Sus costos son menores tanto en términos de inflación, como de licuación del salario y reducción del nivel de actividad. El mejor escenario posible se dará sólo si el Ministerio de Economía elimina los subsidios económicos y comienza a acompañar al BCRA en el programa que la autoridad monetaria ya ha iniciado”, concluye.
Mercado de granos
Los precios en el interior completamente desreguladosCon la devaluación crecerá el monto de los subsidios energéticos que trabajadores del interior transferirán a los porteños
9 Feb 2014
9 Feb 2014