En un tono incluso más duro que el que habían empleado en el documento que irritó hace un mes a la Casa Rosada, cuatro miembros relevantes del Foro de Convergencia Empresarial -una entidad que incluye a 42 cámaras- hicieron ayer críticas a la política económica y coincidieron en un abordaje infrecuente en este tipo de planteos: a pesar de que gasta mucho, el Gobierno gestiona mal .
Fue durante la jornada "Aportes para una Argentina grande", organizada en La Rural de Palermo ante hombres de negocios y delegados zonales de la entidad, y seguramente volverá a generar contrapuntos. Quizá no esta vez en la Unión Industrial Argentina, donde ya provocó temblores, por una razón sugestiva o fortuita: Héctor Méndez, su líder, se excusó de participar del panel a causa de un estado gripal. Pero sí expusieron Jaime Campos (Asociación Empresaria Argentina), Claudio Cesario (Asociación de Bancos de la Argentina), Miguel Blanco (Instituto para el Desarrollo Empresario) y Rubén Ferrero (Confederaciones Rurales Argentinas). Otros líderes corporativos, como el anfitrión, Luis Etchevehere, Adelmo Gabbi (Bolsa de Comercio) o Juan Pablo Simón Padrós (Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa), escuchaban desde el público.
Hacía tiempo que los voceros empresariales no se expresaban de modo tan directo. Tanto, que cualquiera habituado a seguirles los pasos habría recordado ayer los planteos de sus pares brasileños, siempre menos culposos en el discurso. Como si, ante el cambio de gobierno que esperan para 2015, hubieran decidido dejar sentado lo que Cesario resumió en una metáfora: "Los que nos gobiernan son nuestros gestores, pero los accionistas somos los argentinos. Y, como accionistas, debemos convencerlos de que importa tanto el sector público como el sector privado".
Campos llegó, por ejemplo, a objetar dos temas caros a la sensibilidad kirchnerista. Primero, cuando dijo estar de acuerdo con el documento de la Iglesia sobre la inseguridad. "La Argentina ha tenido un aumento muy significativo de la violencia", expuso. Después, al aludir a la última obsesión del equipo del ministro de Economía, Axel Kicillof: las empresas formadoras de precios. "Es absurdo que la Argentina tenga este nivel de inflación cuando en los países de la región no supera el 10 por ciento. Es un problema macroeconómico que, como tal, debe ser solucionado por el Gobierno. No hay ningún economista en el mundo que diga que la inflación es culpa de los empresarios", dijo Ferrero, en tanto, recordó la discusión que el economista Tomás Bulat -que exponía en el panel siguiente- tuvo esta semana en el programa kirchnerista 6,7,8 con Fernanda Vallejos, par de la oficialista Gran maKro. "La inflación es el correlativo de un excesivo gasto público que se cubre con emisión monetaria. Si no lo entendemos, vamos por el mal camino", sentenció Ferrero.
El convencimiento de todos podría resumirse en que se ha trabajado mal principalmente en los últimos años. "Tenemos un problema de calidad de gestión. El management, una vez por ciclo, termina fallando", dijo Cesario, que admitió sin embargo aciertos recientes: "Es bueno reconocer que el Gobierno se está reconciliando con el mundo. Uno puede cuestionar la expropiación de YPF, pero haber acordado con Repsol fue muy positivo". Ferrero eligió un camino similar: "En la Argentina falta compromiso de la dirigencia. Tenemos que llegar a un Estado profesional que sea honesto y castigue a los corruptos".
PROBLEMA EDUCATIVO
Momentos antes, Campos se había adentrado en la inversión educativa. "Realmente tenemos un problema serio con la educación en la Argentina. Creo que todavía no tomamos conciencia. Las nuevas generaciones, y podemos preguntar en las empresas, vienen con limitaciones importantes en esa materia", dijo, y citó las pruebas PISA.
Cesario lo respaldó: "La Argentina gasta, y gasta mucho, en educación. Desgraciadamente, como dijo Jaime, los resultados no son buenos: gastamos más y el resultado no es el mejor".
Blanco insistió en ese aspecto: "Tener un tercio de la sociedad excluida no es sostenible. Los chicos que no estudian ni trabajan están condenados a vivir con los planes sociales o caer en el delito. Falta gerenciamiento en el tema de la educación".
Campos había arrancado con la necesidad de resguardar la iniciativa privada. "No se ha respetado el ámbito propio que tienen las empresas privadas de acuerdo con la Constitución para operar". Así, les dio un tono reivindicativo a las razones que, a su juicio, llevaban ahora a todos a hacer públicos planteos que antes callaban: "Este foro representa una vuelta a la autoestima empresarial" .