Un equipo de investigadores de la Universidad Nacional de La Plata (Unlp) logró el desarrollo de un proceso que permite obtener de forma simultánea tres productos de mayor valor agregado a partir de los desechos de suero de la industria quesera.
En un comunicado, la casa de estudios precisó que se trata del etanol combustible, la biomasa probiótica y las proteínas de suero, todos productos que se pueden obtener del lactosuero.
El avance, publicado días atrás en la revista de divulgación científica Applied Microbiology and Biotechnology, posibilita un aprovechamiento integral de los subproductos derivados de la industria quesera, y permite mitigar los efectos contaminantes de este tipo de residuos y generar una fuente energética renovable con un efecto ambiental positivo.
Desde la UNLP se precisó que hay un gran interés en encontrar usos alternativos al suero con el fin de absorber las cantidades de este subproducto que generan las plantas queseras.
"Existe una demanda cada vez mayor de pequeños y medianos fabricantes de quesos en Argentina y Brasil, para el desarrollo de procesos que permitan el aprovechamiento del suero generado", explicaron.
En ese sentido, el doctor Martín Rumbo, del Centro Instituto de Estudios Inmunológicos y Fisiopatológicos (Iifp) detalló que "el lactosuero es un efluente de la industria quesera que es rico en lactosa y proteínas que representa cerca del 85-90% del volumen de la leche y contiene aproximadamente el 55% de sus nutrientes".
"Este gran contenido de nutrientes lo transforma en un efluente altamente contaminante debido a su alta demanda bioquímica y química de oxígeno. Se calcula que casi el 50% del lactosuero es generado en el país por pequeñas industrias y queserías artesanales y usado para fines de bajo valor agregado como en alimentación animal o descartado. De allí surge la necesidad de buscar alternativas para la conversión", dijo.
"Desde hace años, los grupos del Centro de Investigación y Desarrollo en Criotecnología de Alimentos y el Iifp trabajan en las propiedades probióticas de microorganismos del kéfir.
Entre ellos han caracterizado distintas cepas de la levadura Kluyveromyces marxianus que presentan propiedades interesantes para su aplicación en una biorrefinería no aséptica, ya que sus tasas de crecimiento lo ubican entre los eucariotas con mayor velocidad de duplicación, siendo muy interesante para la producción de biomasa", relató.
Indicó que esos microorganismos "tienen capacidad de crecer a altas temperaturas, lo que implica un bajo riesgo de contaminación y ahorro de energía durante la fermentación debido a menores exigencias en la necesidad de refrigeración, una característica relevante para los procesos de producción de primera y segunda generación".
A la vez, este trabajo permitió seleccionar cepas de K. marxianus de la colección del Centro de Investigación y Desarrollo en Criotecnología de Alimentos con eficiencia mayor del 90% para transformar la lactosa en bioetanol manteniendo las propiedades probióticas.
En ese sentido, se planteó que el mismo rendimiento y propiedades se mantienen empleando suero como sustrato de fermentación o el suero desproteinizado, "permitiendo recuperar las proteínas del lactosuero como otro subproducto de alto valor agregado en el mismo proceso".
"Los resultados obtenidos permitieron generar una prueba de concepto de una biorrefineria muy versátil, con capacidad de producción de tres productos de valor agregado (bioetanol, concentrado proteico y levadura probiótica) a partir de un subproducto de la industria alimentaria que resulta problemático", dijeron desde la UNLP.
Fuente: Télam