Ingenieros agrónomos del nordeste argentino lograron controlar las malezas que habitualmente afectan a las plantaciones de mandioca sin utilizar agroquímicos e incluso llegaron a triplicar el rendimiento de la producción. La planta de mandioca es un cultivo rústico, tolerante a plagas y enfermedades, pero al igual que otras especies, sucumbe ante la aparición de las malezas, para lo que la denominada "agricultura moderna" utiliza agrotóxicos.
Un equipo de investigadores de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE) determinó una técnica de cultivo que controla las malezas y hasta triplicó en algunos casos el rendimiento de la producción. La investigación fue realizada por los ingenieros agrónomos Ángela Burgos, Elisa Noemí Fukuda, Ricardo Medina y Pedro Jorge Cenoz y se denomina "La clave ecofisiológica de las tres E en el control cultural de malezas en el cultivo de mandioca en Argentina: Ecológico-Económico-Eficiente".
La iniciativa fue premiada como uno de las seis mejores del 16º Congreso Brasileño y 1º Congreso Latinoamericano y Caribeño de Mandioca, que se desarrolló en la ciudad de Foz de Iguazú, Brasil, publicó el diario chaqueño Norte. Utilizando técnicas dentro de las "buenas prácticas amigables con el ambiente", los ingenieros lograron hacer convivir, solapar o mitigar la acción de las malezas sobre la planta de mandioca, lo que podría ser un avance para las regiones productivas en Sudamérica, África y el Pacífico.
Los investigadores hicieron hincapié en la posibilidad de aunar manejos de cultivo: controlando la densidad de la siembra y la posición de plantación de las estacas, explicaron los expertos tras realizar el experimento. Para multiplicar el cultivo, se utilizan "estacas caulinares", es decir, unos trozos de tallos de la planta que han sido cortados previamente en un tamaño aproximado de 10 o 20 centímetros de longitud.
Tras analizar todas las variables, los investigadores observaron que cambiando la técnica de plantación, es decir ubicando la estaca de forma vertical (enterrada hasta la mitad de su longitud) en lugar de horizontal (completamente enterrada) como tradicionalmente los productores lo hacen, se solucionaría el inconveniente de las malezas y además mejoraría el rinde.