Los precios internacionales de la leche mantienen una tendencia declinante. La última subasta del Global Dairy Trade (GDT), la plataforma líder a nivel mundial en la comercialización de lácteos,
En este contexto, Fonterra, el grupo cooperativo neocelandés que domina el comercio mundial, revisó a la baja su pronóstico para el precio que pagará por la leche 2023/24. Es toda una vuelta de tuerca y obedece a la caída de la demanda de importación de leche entera en polvo por parte de China. El director ejecutivo de la cooperativa global de nutrición láctea, propiedad de 9000 tamberos, asegura que el nuevo pronóstico del precio de la leche refleja la posición actual del mercado.
Es que en mayo la primera estimación de la compañía, más alta que la que acaba de formular, se basó en una expectativa de demanda de leche entera en polvo para el gigante asiático que ahora se sospecha no se va a cumplir. "Creíamos que iba a aumentar a mediano plazo, pero desde entonces la participación de China en los volúmenes de leche entera en polvo en los eventos del GDT se ha mantenido por debajo de los niveles promedio y los precios generales de este producto han caído un 12 %", reconoce el directivo.
Esto refleja un excedente de leche fresca en China, como consecuencia de niveles elevados de producción local de leche entera en polvo y por ende reduce la demanda de importación de esta leche a corto plazo.
AHDB, la organización inglesa ligada a la lechería, coincide en que China juega un papel vital en el establecimiento de la dirección de los precios en los mercados lácteos mundiales. Durante los últimos tiempos han estado comprando menos después de muy altas importaciones en 2021 y cómodos suministros nacionales de leche. Sin embargo, si bien la producción de leche ha mejorado, la reducción de la demanda ha sido más decisiva aún para enfriar los precios del mercado.
Históricamente ha habido una fuerte relación entre el crecimiento económico de China (medido por el PBI per cápita) y su nivel de importaciones de productos lácteos. Tanto es así, que la comparación de las dos tendencias puede dar una indicación de las importaciones esperadas y los riesgos potenciales en torno de la acumulación de existencias.
Como muestra el gráfico, tras el aumento de los volúmenes de importación en 2021 para garantizar la seguridad alimentaria, las compras externas cayeron alrededor de un 19 % en 2022. La merma fue en parte una respuesta a los altos niveles de existencias, pero también se vio condicionada por la política de Cero Covid de Xi Jinping, el bajo crecimiento del PBI, y el menor gasto de los consumidores debido a los altos precios.
Por supuesto, hay otros factores que podrían afectar los volúmenes de importación en el futuro. A medida que las existencias se disipen a lo largo del año, es probable que mejoren las importaciones. Además, ni bien los consumidores retornen a los hábitos anteriores al Covid-19, el consumo per cápita puede volver a crecer, lo que ayudará a reforzar la importación. Sin embargo, la ventaja podría reducirse si la producción de leche muestra un buen crecimiento y el gasto del consumidor es débil.
Junio ha sido el primer mes del año con una importante recuperación de los volúmenes importados por el gigante asiático. En Fonterra son optimistas a pesar de las previsiones revisadas este mes. La perspectiva de mediano a largo plazo para los productos lácteos, en particular los productos lácteos de Nueva Zelanda, parece positiva con la producción de leche de las regiones exportadoras clave sin cambios en comparación con el año pasado.
¿Y la Argentina? Las exportaciones lácteas cayeron un 13% en el primer semestre, en medio de grandes dificultades para este negocio. Las razones son por todos conocidas: retenciones del 9% y 4,5% respectivamente, para leche en polvo y quesos, dólar de fantasía, inflación localmente desbordada.
Hay que decir que el aporte del sector al tributo ligado a la exportación es tan bajo que no se entiende la aplicación de este impuesto, ni siquiera se puede justificar por su contribución a la recaudación. Un negocio chino, por más que los asiáticos no tengan que ver con este asunto.