Un equipo de investigación del Instituto Tecnología de Alimentos (ITA) del INTA Castelar logró extender la útil del tomate hasta 30 días después de cosechado.
"Evaluamos el impacto del tratamiento con agua electroactivada (solución anódica) en dos variedades de tomates (Solanum lycopersicum): Yigido y Alamina y observamos que, hasta los 30 días posteriores, el fruto se mantuvo en perfectas condiciones para su comercialización", detalló Diego Cristos -investigador del INTA.
Esto logro permite que los productores puedan abastecer mercados más lejanos y comercializarlos en perfectas condiciones.
En esta misma línea, Gabriela Denoya -investigadora del ITA- detalló que "la variedad Yigido presentó una firmeza superior a la variedad Alamina, luego de un día del tratamiento almacenados a 25°C".
Además, Denoya especificó que, la utilización de agua electroactivada (50 ppm cloro libre) para el lavado de los tomates es un método de desinfección que "no presenta una modificación perjudicial en aspectos sensoriales de los tomates como son la apariencia y el flavor".