Tras las tormentas que entre agosto y octubre inundaron las regiones agrícolas, las precipitaciones retornaron a niveles normales, pero los perfiles siguen cargados.
Estas son malas noticias para los países importadores que han visto un despegue en los precios del trigo este año y que contaban con una buena cosecha argentina que ayudara a frenar la escalada. En los últimos 11 meses, los precios del cereal subieron un 25 por ciento en el mercado de Chicago.
Las plazas internacionales de granos están considerando el riesgo de temores prolongados sobre la oferta agrícola, que podrían impulsar aún más los precios de los alimentos y profundizar la inflación en naciones que ya enfrentan bajos niveles de expansión económica y altas tasas de desempleo.
La producción argentina es fundamental para los países importadores en una temporada en que gigantes como Rusia, Estados Unidos y Australia sufrieron graves pérdidas en sus cosechas.
Los analistas estimaron que los inventarios globales del cereal serán los menores en cuatro años. El Gobierno proyecta una cosecha de trigo 2012/13 de 11,1 millones de toneladas, por debajo de los 11,5 millones previstos anteriormente. Pero los agricultores ya recolectaron más del 26 por ciento del área destinada al cereal y los rendimientos han sido bajos, lo que llevó a varios analistas a recortar sus pronósticos de cosecha.
No obstante, los meteorólogos prevén que el 60 por ciento del corazón del área productiva reciba entre 100 y 150 milímetros de agua entre hoy y mañana.