La abundante caída de agua desde el viernes –y prevista hasta mañana en la región central del país– está demorando la llegada de la soja al mercado y, por consiguiente, no se ve una fuerte liquidación por parte de los exportadores.
Se esperan en los próximos dos meses divisas en torno de los u$s 9.200 millones.
Apenas un poco más de 100.000 toneladas de soja se vendieron la semana pasada. Según los operadores consultados, ése es el número diario para esta época del año. Este escaso volumen es producto de las precipitaciones que hacen que la cosecha se haga a paso lento. Un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) sostuvo que desde hace semanas las lluvias complican el acceso a los campos y, por ende, el ingreso de las máquinas, sumando a esto la aparición de enfermedades, lo que podría indicar una baja en el rendimiento.
Sin embargo, las noticias no son buenas, puesto que se esperan nuevas precipitaciones que podrían extenderse hasta el martes o miércoles en distintos puntos de la región. Para la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, la región del Chaco, la mayor parte del NOA, de la Mesopotamia y de Santa Fe observarán lluvias de abundantes a muy abundantes, de entre 25 a 75 milímetros.
Todo esto hace que en números absolutos se haya recolectado un poco menos de 1,9 millón de hectáreas, lo que significa un volumen parcial próximo a las 6 millones de toneladas de soja, dijo la Bolsa de Cereales porteña.
El mal clima hace que los dólares que necesita el Banco Central para evitar una disparada de la moneda norteamericana se hagan desear. Y es que tras verse una fuerte liquidación de divisas en febrero pasado por parte de exportadores y aceiteros cercana a los u$s2.000 millones, producto de los buenos precios, en marzo apenas llegó a un total de u$s1.467 por esta vía, contra los u$s1.667 millones de hace un año. La diferencia marcó un retroceso del 12 por ciento.
En lo que va del año, la cifra total ronda los u$s4.429 millones, presentando una mejora del 11%, por sobre los u$s3.988 millones de 2013.
Es de esperar que la fuerte liquidación se dé entre abril, mayo y junio, con ventas que superen los u$s2.500 millones mensuales. Siempre y cuando nada diga lo contrario a nivel clima o mercado que indique mayor precio y, por ende, más retención. Por lo pronto, el escenario es bajista.
Un trabajo de la consultora Agripac estimó la llegada de ingresos de marzo a mayo por u$s11.000 millones; descontando lo del mes pasado, faltarían por entrar en el Central u$s9.500 millones.
Por lo pronto, frente a la poca venta de porotos, el productor aprovechó los buenos precios del maíz y entregó más de 200.000 toneladas. En definitiva, pareciera que la lluvia no sólo hizo que se vea menos soja en la plaza sino que estuvo acompañado por una baja en los precios, que alejó al productor. Los 30 pesos de diferencia en una semana fueron más que motivo para no vender apenas 25.000 toneladas el viernes pasado.
La semana pasada se vendieron unos 100.000 toneladas de soja para la exportación
Nueva suba en las retenciones al biodiesel
El Gobierno elevó en 3,2 puntos porcentuales las retenciones al biodiésel en la última semana.
La información fue confirmada por fuentes de la industria que se dieron con la noticia momentos antes de embarcar el producto en la Aduana.
Hasta hace unas semanas, las retenciones móviles que tiene el biodiésel pasaron del 18,5 al 21,70 por ciento. La resolución con el incremento será publicada en el Boletín Oficial en los próximos días.
El cambio sorprendió a los empresarios del sector que se vieron notificados por la misma Aduana al realizar trámites de exportación. Para los industriales es una mala noticia, frente a un mercado europeo que está cerrado y por las pocas ventas que se dan a otras plazas.
“Muchas empresas ya habían cerrado la operatoria, con lo cual esta modificación de los derechos de exportación no hace más que atrasar el envío”, dijo la fuente consultada.
Otra de las preocupaciones pasa por la publicación del precio necesario para vender al mercado interno. Los valores no se actualizaban desde noviembre, algo que recién llegó en febrero.
En este punto las grandes empresas reclaman un mayor valor que permita cubrir los costos.
Sin embargo, la demora en la publicación provocó que en febrero el corte obligatorio con naftas fuera apenas del 4,8%, cuando debería haber sido del 10 por ciento.