La sumatoria de estos dos factores provocó una reducción en el stock de 29,3 millones de cabezas a 26,7 entre el 30 de junio de 2013 y 2014, aunque la producción de carne caería sólo un 3% entre 2015 y 2020 debido a las mejoras en la genética y en la productividad.
La escasez de ganado y la firmeza de la demanda externa, contribuirá a fortalecer los precios de la hacienda que se vieron afectados por el aumento de la oferta durante la seca.
En cuanto a las exportaciones, en 2014 se repetirá el récord del año anterior, con 1,1 millones de ton peso embarque. Luego, en los primeros años del quinquenio 2015/20 caerán un poco -aunque seguirán representando el 69% de la producción- y se recuperarán hacia el final del período. La fuerte competencia del mercado internacional hará retroceder el consumo interno en un 4,5% en 2014 y en un 10% en 2020.
Un aspecto a resaltar del ciclo 2013/2014, es que la falta de pasturas contribuyó a mantener elevada la colocación de animales en feedlots. Esto favoreció las exportaciones de carne a grano, que alcanzaron a 219 mil toneladas peso producto, un 10% más que en el ciclo anterior. Las ventas a la Unión Europea llegaron casi a 15 mil toneladas, un 68% más en la misma comparación interanual.