Para el maíz 2024/52 se proyecta una caída interanual del área de un 21%, equivalente a 2 millones de hectáreas, indicó la Bolsa de Comercio de Rosario en un informe.
Según datos de la entidad, no habría habido una reducción relativa de área desde la campaña 2008/09, con lo que el cereal tuvo 9 campañas consecutivas de crecimiento ininterrumpido.
"Las razones de esta caída son varias, pero el principal protagonista de este quiebre es una bacteria, el Spiroplasma kunkelii, transmitida a través de la chicharrita", señala la entidad rosarina.
Como consecuencia, en el norte del país los rindes han caído entre un 50 y 70% y las pérdidas en áreas, áreas que no se cosecharon, van del 25 al 60% del área total cultivada. Chaco y Santiago del Estero son las dos provincias más afectadas. En estas provincias se está manifestando una caída en la intención de siembra del maíz de 50 a 80%. En el centro y norte de Córdoba y Santa Fe, las pérdidas de área (superficie que no pudo ser cosechada) por los efectos de la chicharrita van del 20 al 35%. La caída en la intencionalidad de implantación manifestada va de 30 a 50% en las zonas mencionadas. Siguiendo la información brindada por el SIBER, de la Bolsa de Cereales de Entre Ríos, la caída en la intención de siembra de maíz estaría en torno de 30%. Lo mismo se manifiesta en la región núcleo. El centro y sur de Buenos Aires y la provincia de La Pampa no han registrado el impacto del achaparramiento que conlleva la chicharrita en los rindes de la campaña 2023/24 y, en principio, manifiestan una intención de siembra 2024/25 similar a la de la campaña precedente.
La incertidumbre respecto de la población de chicharrita y los efectos sufridos por esta enfermedad son los principales motivos manifestados para querer evitar estas fechas de siembra.
Ello lleva a que se dependa aún más de las lluvias de setiembre y octubre en un año en el que se espera que comience a actuar una "Niña" moderada a partir de setiembre/noviembre.
"Estos es muy importante para entender que las intenciones manifestadas pueden cambiar ante buenas lluvias, o su ausencia. Lamentablemente, en las últimas 4 campañas las lluvias de setiembre han estado bastante lejos de cumplir con las estadísticas mensuales de precipitaciones", indica la BCR. Sin embargo, este año se plantea un panorama muy difícil y de alta incertidumbre para el maíz, que se ve reflejado en un fuerte retraso de ventas de insumos. "Aún en el mejor de los casos, en el que llueva en la primavera como el sector espera, gran parte de la siembra maicera argentina quedaría concentrada en fechas tempranas y con un alto riesgo climático ante falta de lluvias en el periodo crítico, es decir, entre diciembre y enero", precisa informe.
"De materializarse la reducción del área de 21%, se estarían cubriendo 7,67 M ha con maíz para la campaña 2024/25, de esta manera Argentina podría producir 49 Mt", indica el informe. Este cálculo contempla un escenario normal de clima y tiene en cuenta que 6,17 M ha serían cultivadas para grano.
"El maíz estaría llegando al final de la cosecha con datos que muestra que el maíz ha sido una apuesta enorme del productor argentino, pero que lamentablemente se encontró con el problema del achaparramiento del maíz. Con este nivel de siembra, Argentina debería haber superado los 67 Mt, pero llega al final de su recolección con una producción de 49 Mt. La chicharrita ha sido responsable de la no materialización de 18 Mt de maíz", concluye la BCR.