Analizando el tablero electoral, se produjeron mutaciones de candidatos que en los primeros meses del año en curso, se visualizaban como los actores centrales del proceso electoral ya iniciado.
Sergio Massa por el oficialismo y Horacio Rodriguez Larreta por la oposición, ocupaban todos los análisis políticos y económicos, como los candidatos con mayores posibilidades para aspirar llegar a las máximas responsabilidades del manejo de la Nación.
En el devenir del año, se visualiza que hay dos figuras políticas que pasaron a ocupar el centro de atención de analistas y formadores de opinión tanto nacionales como extranjeros, Patricia Bullrich y Javier Milei.
Ambos con estilos diferentes, lograron atraer la lupa de la opinión pública y generar apoyos y rechazos y su accionar político , no pasa desapercibido.
El crecimiento de Javier Milei es motivo de preocupación de las coaliciones que dominan el escenario político, en especial en el Frente de Todos, ya que logró penetrar en votantes jóvenes, hombres de 16años a 30 años de niveles socioeconomicos bajos y del conurbano profundo del segundo cordón del Gran Buenos Aires.
La fatiga y la bronca de la sociedad empatiza con el estilo disruptivo del líder libertario, por lo cual la incertidumbre política y económica se agiganta, en un país donde la mayoría de la población perdió confianza en sus dirigentes.
Patricia Bullrich con convicción y con lenguaje directo y fuertes críticas al oficialismo y en especial al kirchnerismo, fue creciendo en los sondeos preelectorales y comenzó a ocupar un espacio central en la coalición opositora que genera preocupación en Rodriguez Larreta y en sus aliados políticos y económicos..
Es una contienda abierta, por lo cual presagia una interna abierta muy competitiva y quien resulte ganador será un candidato muy potenciado.
El reloj está en marcha, las estrategias comienzan a desarrollarse y la incertidumbre genera todo tipo de especulaciones.
El soberano mira y analiza, ya que comienza a ser el protagonista central de la elección