El repunte de los precios en el maíz en los últimos sesenta días, permitió una mejora en el margen bruto por hectárea del 220 por ciento. El cambio en la rentabilidad generaría un aumento en la siembra de segunda a partir de diciembre.
A fines de agosto -previo a la siembra- el valor del cereal en el Mercado a Término de Buenos Aires (Matba), era de u$s122. Hoy es de 144 dólares, lo que significa un alza del 18 por ciento.
En este contexto, el informe semanal de Bolsa de Comercio de Rosario (BCR); estimó que al valor de hace tres meses y tras pagar insumos, servicios e impuestos, el margen neto se ubicaría en u$s81 por hectárea. Tras la suba, pase a ser de 219 dólares, es decir dos veces y media más.
Detallo además que el rinde de indiferencia -necesario para cubrir los costos- cayó un 22% respecto de agosto. Esto quiere decir que el productor saldría hecho. Para esto deberá obtener al menos 95 quintales por hectárea. Rinde fácil de superar en la zona núcleo y más aún con el escenario de buenas lluvias por la llegada del Niño.
Este nuevo escenario dado a partir de las promesas de los candidatos, podría abrir la posibilidad de una mayor intención de siembra de maíz de segunda. La mejora en el precio deberá impulsar a que el productor adquiera una mejor tecnología que le permita mayores rendimientos.
Éste, a su vez, se vería potenciado precisamente a partir de los buenos valores. En rigor, con el nuevo precio, el margen neto representa ahora un 14% del valor de exportación que genera por cada hectárea de u$s1.575.
Es sabido que la siembra de maíz necesita de mayor tecnología es por eso que es costoso hacerlo. Lo cierto es que si la soja también tiene quita de retenciones, el productor se volcará la oleaginosa dado que es más barato pese al escenario de precios a la baja. Aunque hay que recordar que conforme se acerque abril de 2016, habrá más presión por definir la situación -si es que no se hizo antes- de la cláusula Monsanto. Hoy la Bolsa de Cereales porteña, propuso una alternativa, pero las entidades del campo la rechazaron.
Por último, la Bolsa rosarina adelantó que la suba en el cereal afectará a las industrias que utilizan el maíz como insumo para la producción de alimentos a saber: avícola, porcina o feed lots. Para que esto no suceda, propuso beneficios con una reducción impositiva para compensar el alza de los costos o créditos a tasas subsidiarias o a los fletes.