La sequía que se observa en EE.UU. no puede ser más devastadora. No sólo está teniendo un enorme impacto sobre los productores y consumidores estadounidenses, sino que hay expertos que piensan que puede provocar unanueva crisis alimentaria a nivel global como la que tuvo lugar entre 2007 y 2008.
El Departamento de Agricultura redujo ayer las estimaciones de la producción de maíz en un 15% y la de la soja en un 12%, explicando que las temperaturas récord en julio fueron las mayores desde 1895, año en que se inició el registro. El gobierno estima que el 50% de las plantas de maíz están en condiciones malas o muy malas contra el 38% a mediados de julio y 16% un año antes en la misma fecha. En el caso de la soja, el 39% de la plantas sufren el mismo estado malo o muy malo contra el 38% a mediados de julio y el 13% en el 2011.
Frente a pronósticos tan negativos, los productores estadounidenses se agarraban ayer la cabeza, pero al campo en la Argentina, sin duda, le conviene el impacto que estaban teniendo los nuevos datos sobre el Mercado de Chicago (Más información en pág. 12).
En efecto, tras el anuncio del Departamento de Agricultura, los precios de los productos agrícolas registraron nuevos récords. El maíz alcanzó los US$ 314,95 por quintal para su entrega en diciembre. Mientras que la soja para entrega en noviembre se cotizó a US$ 628,25. A su vez, el trigo cerró en Chicago a US$ 325,28 por quintal. “Si las previsiones de cosechas mantienen esa tendencia a la baja, los precios seguirán subiendo”, dijo Dax Wedemeyer, operador del US Commodities. “La revisión anunciada por el Departamento de Agricultura fue más fuerte que lo esperado”, afirmó.
El Departamento explicó que las temperaturas récord en julio en el país dañaron los cultivos de ambos granos de una manera que no se había visto desde 1995 para el caso del maíz y desde 2003 para la soja. La sequía afecta casi al 60% del territorio, con récords observados en el Medio Oeste, gran zona cerealera, sobre todo en Nebraska, Iowa, Missouri e Illinois.
Si bien el aumento de precios de la soja y del maíz beneficiará a los productores argentinos, el impacto que tendrá sobre el precio de los alimentos puede provocar una crisis alimenticia parecida a la que provocó rebeliones populares en casi 30 países desde Bangladesh hasta Haití. De hecho, cabe recordar que la revolución que condujo a la caída del ex dictador Hosni Mubarak en Egipto, en febrero último, fue alimentada en gran parte por el descontento que había con respecto al precio de los alimentos.
“Los precios altos penalizan a las poblaciones pobres de numerosos países que dependen del mercado mundial para importar sus alimentos”, dijo a la agencia de noticias France Press Albdolreza Abbassian, una economista de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
De hecho, un informe de la FAO dado a conocer el jueves indicó que los precios de los alimentos subieron un 6% en julio con respecto a junio, poniendo fin a los tres meses de baja consecutivos registrados durante abril, mayo y junio.
En ese marco, el director de la FAO, José Graziano da Silva, escribió en el Financial Times instando a EE.UU.a suspender su producción de etanol a base de maíz para evitar una crisis alimentaria mundial.
Según Graziano da Silva, si EEUU suspende las cuotas de las cosechas de maíz que destina a la producción de etanol, eso representará un “alivio al mercado y permitirá dedicar más granos a la alimentación humana y animal”. Se calcula que EE.UU. destina el 40% de su maíz a la producción de energía. El alza de los precios agrícolas está reavivando además el debate sobre el rol de la especulación financiera en los mercados de commodities internacionales.
Según Reuters, grandes bancos e inversores institucionales han sido culpados por inflar los precios en 2008. Al parecer, Commerzbank dijo que se había sumado a dos bancos colegas alemanes al reducir las inversiones en el sector. “Si bien el banco se negó a explicar el por qué de los cambios, lobbistas y operadores dijeron que el motivo era claro”, informó Reuters.
