El Presidente del Centro de Empresas Procesadoras Avícolas, Roberto Domenech, habló sobre las consecuencias que le trae a la industria la llegada del virus de influenza aviar al país, cómo repercute en las exportaciones, cómo impacta en el mercado interno, entre otros temas.
"No nos tomó de sorpresa la llegada de la influenza aviar porque escapa a descuidos ya que lo traen las aves migratorias", sostuvo Domenech y agregó que "nunca había estado en Sudamérica, empezó en fines de noviembre/ diciembre en Colombia, de ahí pasó a Ecuador, de ahí a Perú, a Bolivia, a Chile y luego saltó a Uruguay y Argentina".
De esta manera, Domenech contó que "antes de que ingresara, se iniciaron los controles preventivos como para mantenerla lo más acotada posible".
"En materia de aves silvestres en total son siete los casos", dijo Domenech y agregó que "en las aves silvestres es natural que estén, pero no en alta patogenicidad, como es este virus, el H5N1, que es el que está en todo el mundo y del cual solamente Sudamérica estaba libre".
"El Senasa trabajó inmediatamente dentro de lo que son los protocolos, protocolos muy duros, muy estrictos que generan rozamientos por momentos con el sector privado", explicó Domenech y opinó: "aquí el que manda es la policía sanitaria encabezada en el Senasa y como consecuencia no tenemos otra alternativa más que aceptar, cumplir y acompañar".
Por otro lado, el Presidente del CEPA dijo que "hasta ahora hay sólo seis casos comerciales, pero con un solo caso comercial, ya estamos fuera del circuito de países libres de influenza aviar" y agregó que "esto cambia porque hay que cerrar las exportaciones, hay que cambiar todas las certificaciones y ya todos los certificados que se emiten para las exportaciones porque no somos más libres".
En este sentido aclaró: "Esperemos volver a serlo en algún momento, pero es lento este proceso y dentro de eso ya se han despachado los nuevos certificados a todos los países, no sólo a los 63 con los que operamos, sino a los 85 que son los que están abiertos, armonizados los certificados y ahora estamos esperando las respuestas".
"De los 10 principales países, que representan el 75% de las respuestas o no tenemos respuesta en cuanto a conversar sobre el nuevo certificado o directamente, como el caso de Chile o Brasil, que dijeron hasta que no vuelvan al status anterior quedan cerradas todas las exportaciones", contó Domenech y explicó que "estamos pendientes del trabajo del Senasa, de la Cancillería, de la Secretaría de Agricultura en cuanto a cómo abrir los mercados".
Consultado acerca de algún antecedente de vacunas, el Presidente del CEPA, contó que "no hay ningún antecedente exitoso con relación a esta variable pero la salida a futuro de todo esto es poder desarrollar una vacuna".
De esta manera, Domenech explicó por qué se cierran las exportaciones: "Hay riesgo de que en el envoltorio puedan llegar trazos del virus y agregar un nuevo virus o una variante del mismo que tenemos en la avicultura de ese país, no es por un problema de consumo, la población y un riesgo de contagio, es por ese tipo de cosas que se produce el cierre". En este sentido, Domenech sostuvo que "el desarrollo de una vacuna hoy existe, está probándola Francia, ha comprado la vacuna Ecuador, demanda una vacunación constante, pero genera un problema porque no hay manera de diferenciar en el análisis que se puede hacer sobre las carnes o sobre la sangre de los animales si el virus es vacunal o es virus natural causante, con lo cual, el virus vacunal no debería transmitir contagio, sino generar la inmunidad en el ave, pero no generan inmunidad, que es el problema de las vacunas hasta ahora".
Por otro lado, haciendo alusión al impacto que tiene en la industria y la producción la influenza aviar, Domenech sostuvo que es "el stock que hay en cámara no es un stock que impacte hoy en el mercado ni tampoco en el futuro inmediato, porque hay mucho stock, por ejemplo de todo lo que va a Medio Oriente" y agregó que "ese es un pollo de 900 gramos a 1200 gramos que no se consume ni se castiga con el precio".
Por otro lado, Domenech contó que "hay stock de partes, sin ninguna duda todo lo que es alas que va a China, eso va a tener total aceptación en el mercado interno, después está la garra, que es un producto que no se consume en Argentina y que representa casi el 15% de las exportaciones tampoco se consume. Ese tipo de cosas terminan procesándose a lo que es harina, que lo termoprocesados sí tiene el mercado abierto".
En este sentido el Presidente del CEPA, dijo que "hay mucha mercadería que, en los países de destino que la demandan, tiene un valor muy bueno y en países de destinos alternativos el valor puede caer al 50%, pero es toda mercadería para la exportación que, salvo las supremas y el cuarto trasero, tienen aceptación en el mercado interno".
"Las empresas que están exportando, no están cargando el huevo fértil en las incubadoras para no aumentar la oferta de pollito y, sin duda, de pollo posterior en 45 o en 50 días", contó Domenech y explicó que "es necesario anticiparse de alguna manera porque acá es donde van a cambiar los costos en general, en materia de productividad y de escala". Por otro lado, sostuvo que "un dato que no es menor es si la dificultad tuvo el desarrollo que tuvo en los últimos 20 años, consecuencia fundamental de poder tener lo que nosotros denominamos la pata exportadora, porque eso es lo que permite un crecimiento y esperar que el mercado absorba el crecimiento y, en consecuencia, no sobre ofertar y poder ir ampliando el mercado de consumo" y agregó que "en este momento está cerrado y es fundamental para nosotros que se comience a abrir en el menor tiempo posible. Cambiamos los certificados, no somos más un país libre, le ofrecemos una nueva forma de control, la misma que aplica Estados Unidos y Europa, que están todos con este problema. ¿Qué es lo que nos pide el país que va a recibir el producto?, estoy de acuerdo, me parece bien lo que me propone, pero explíquenme cómo lo van a controlar y eso todavía el Senasa no puede responder".
