Las exportaciones de vacunos en pie que han logrado dinamizarse este año ascienden en el año móvil cerrado a setiembre pasado a casi 200.000 cabezas, según datos del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), lo que fue clave en una coyuntura que por razones climáticas hacía necesario acelerar la extracción.
El regreso de Turquía como mercado para Uruguay ha sido clave, pero se genera una incertidumbre por la fuerte competencia que genera la devaluación de Brasil, informó Tardáguila Agromercados.
De los 200.000 animales exportados Turquía compró 119.000 animales (61% del total). La colocación de vacunos en pie en Turquía ha sufrido fuerte oscilaciones en los últimos años. Fue el destino excluyente en los años 2010 y 2011, cuando llegó a llevar 250 mil animales en 12 meses, pero luego estuvo casi dos años sin importar una sola cabeza (entre marzo de 2013 y noviembre de 2014), primero por restricciones impuestas por el propio MGAP —con el endeble argumento de que los funcionarios no tenían tiempo para firmar los certificados— y luego por decisión del gobierno turco.
La situación cambió en los últimos meses. Turquía ha sido nuevamente el destino excluyente. De los 129 mil vacunos que zarparon en el semestre abril-setiembre del año en curso, 89% (109 mil) se embarcaron a ese país. Los precios de la carne vacuna se dispararon allí, con el kilo carcasa de novillo superando los € 10, razón por la que el gobierno decidió abrir las importaciones tanto de ganado en pie como de carne vacuna a aranceles rebajados.
Esta voracidad turca llegó en el momento justo, con un rodeo vacuno récord y una intensa sequía otoñal. Desde el MGAP, a su vez, se había sido claro en cuanto a que no habría restricciones a los pedidos de exportación. Los precios de las categorías jóvenes lograron sostenerse sobre una base de US$ 1,90 el kilo en pie incluso en los momentos de mayor impacto de la sequía, señala el análisis de la consultora Tardáguila Agromercados.
