Una soja con precios más calmos y una cosecha a todo ritmo, y un frente político convulsionado por la decisión del gobierno nacional de cerrar por un mes las exportaciones de carne vacuna, que derivaron en un cese de comercialización de hacienda hasta el 28 de mayo, fueron el sello distintivo de la semana en el plano agropecuario. Una foto que sumó un condimento de tensión al interior del sector debido a la grieta que se abrió por la nueva ley de biocombustibles entre las empresas mas chicas nucleadas en la Cámara Santafesina de Energías Renovables (Casfer) que avalan la iniciativa oficial y la poderosa Cámara Argentina de Biocombustibles (Carbio) que reúne a los grandes jugadores del negocio que son las compañías agroexportadoras, que rechazan este proyecto.
"El proyecto de ley de biocombustibles presentado por el oficialismo eliminará toda posibilidad de desarrollo futuro de los biocombustibles y de toda una cadena de derivados que podrían traccionar una nueva industria oleo química", indicó Carbio en un comunicado y señaló que "beneficia a ciertas empresas que se muestran como pymes y no lo son, perjudicando a las verdaderas y a los consumidores".
Este pronunciamiento llegó luego de que Casfer "celebrara el dictamen favorable" al proyecto del nuevo marco regulatorio de los biocombustibles que salió con 28 firmas en la comisión de Presupuesto y 21 firmas en la de Energía de la Cámara de Diputados de la Nación.
La disputa escaló mucho menos al interior del sector agropecuario que la que generó esta semana la decisión del cierre de las exportaciones de carne bovina, que tuvo un capítulo político cuando el gobernador Omar Perotti se desmarcó de la medida tomada por el presidente Alberto Fernández y cuestionó la iniciativa.
El posicionamiento del mandatario santafesino no sorprende ya que en sucesivas oportunidades se ubicó en defensa de los intereses de los empresarios ligados a la producción agropecuaria, un espacio que conoce desde sus tiempos de ministro de la Producción durante el gobierno de Obeid, pero también como jefe de Estado de una provincia que concentra el 10,5 % del stock bovino nacional (ocupando el segundo lugar después de Buenos Aires), tiene un 17% de participación en la faena argentina y exporta el 44% del volumen total de carne vacuna de la Argentina vendido a través de 10 de los 33 frigoríficos asentados en el territorio.
Estas fuertes tensiones dejaron en un segundo lugar a la soja, que durante las últimas semanas había sido protagonista por la fuerte escalada de precios. Al cierre de esta columna, la oleaginosa mostró una nueva caída en el mercado de Chicago, y repitió así un comportamiento bajista que primó durante las jornadas anteriores. El contrato de julio tocó los u$s 563,37 la tonelada el jueves y el de agosto se posicionó en u$s 543,90 la tonelada. "Los fundamentos de la baja radicaron en el retroceso de embarques por parte de Brasil y bajas exportaciones semanales por parte de Estados Unidos", indicaron los analistas del mercado. Eso también influenció en la caída las bajas de sus subproductos. E aceite se negoció en u$s 1.449,74 la tonelada, mientras que la harina lo hizo en u$s 442,13 la tonelada.
El que se mantuvo firme, en cambio, fue el maíz, que se mostró firme durante los últimos días y se ubicó por encima de los u$s 261 la toneladas por la buena demanda internacional y la incertidumbre sobre qué volumen aportará la cosecha brasileña, cuyo clima seco pone en juego los rindes, indicó la Bolsa de Comercio de Rosario.
Las buenas noticias para el grano grueso son las que se presentan de cara al nuevo ciclo. El último informe de la Guía Estratégica para el Agro (GEA) indican que el maíz será "el gran cultivo del 2020/21 en la región", ya que se estima un crecimiento del área de siembra del 8% respecto al ciclo anterior. "Se sembrarían 1,75 millones de hectáreas en la región núcleo, 140 mil más que el año pasado", indicó GEA y señaló que "el maíz se consolida en los márgenes y en la estrategia productiva para escapar de la pinza climática".
Segun los datos del Panorama Agrícola Semanal (PAS) de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, la recolección de soja de segunda entra en su tramo final y comienza a levantarse el maíz tardío en todo el país.
"En todo el país la recolección de soja lleva un avance del 85,4%, lo que representa un atraso interanual de 7,9 puntos porcentuales y muestra una generalizada variabilidad en los rindes", indicó el PAS Ese avance representa para los cuadros de primera ocupación un 91,8% de la superficie cosechable y un 71,4% para los planteos de segunda ocupación.
De ese modo, "se estima a la fecha, que un 70% de la superficie con cultivo en pie mantiene una condición normal / buena/ excelente y una condición hídrica del cultivo adecuada/ óptima en el 90% del área cosechable.
Respecto al maíz, el 87% del área con destino grano comercial mantiene condición normal /buena/ excelente, relevándose un 81% del área sembrada en condición hídrica adecuada / óptima.
"En lo que refiere al maíz temprano, continúan las labores de cosecha, registrando un avance del 55,2% del área estimada a nivel nacional y reflejando un progreso intersemanal de 5,6 puntos porcentuales", detalló el PAS. A su vez, el 83,9% del maíz tardío alcanzó la madurez fisiológica, y comenzó la cosecha del cereal en las zonas del centro norte de Santa Fe y el centro norte de Entre Ríos, y se lleva relevada un avance de trilla del 2% y 3% del área respectivamente.
El Sistema de Estimaciones Agrícolas (SEA) de la Bolsa de Comercio de Santa Fe indicó esta semana que completaron su ciclo el maíz temprano, la soja temprana y el arroz.
"Los ambientes estables, las buenas condiciones climáticas viabilizaron una tercera semana el proceso de cosecha, con ritmo firme y sostenido, en toda el área de estudio", detalló el informe de SEA y señaló que durante su transcurso "se observó el continuo movimiento de equipos, cosechadoras, tolvas y camiones que mostró el dinamismo del sector y el avance de la recolección, en primera instancia, en los departamentos del sur San Martín y San Jerónimo, sumando progresivamente a los del norte".
Además, según indicó SEA, el maíz temprano, logró un rendimiento promedio de 93,5 quintales por hectárea (qq/ha), mientras que la soja temprana, también culminó su campaña en toda la superficie del SEA con un rinde promedio final de 36 qq/ha. Finalmente, el arroz finalizó su ciclo con una campaña "muy buena, bajo óptimas condiciones climáticas y con excelente calidad del producto logrado y un rinde promedio final de 6.650 kg/ha", indicó el informe.
Respecto de la soja tardía en el centro norte santafesino, la cosecha logró un avance del orden del 70%, con una variación intersemanal de 17 puntos porcentuales y un adelanto, de 5 puntos, en comparación a igual período de la campaña anterior. Las buenas condiciones climáticas, la mayor disponibilidad de equipos y cosechadoras hicieron posible un sostenido progreso, en toda el área del SEA.
Maíz, la estrella 2021/22
El informe de GEA estimó un crecimiento de 140 mil hectáreas para el maíz en este nuevo ciclo agrícola en la zona núcleo. "Con la soja cayendo en la predilección del productor, el maíz se posiciona como el gran cultivo de la campaña 2021/22", indicó y planteó que la limitada disponibilidad de agua para la siembra de trigo (aún resta ver qué sucede con las lluvias que se están desarrollando), también podría sumar más área al cereal grueso.
Además, "el maíz tiene este año un gran potencial para expandirse sobre el área de soja", indicó GEA. En la región se señala un crecimiento de un 5 a un 10%, respecto a la campaña anterior. Pero tampoco descarta que podría ser más.
De hecho, en el centro sur de Santa Fe, en Carlos Pellegrini, los técnicos comentan que "se está vendiendo más semilla que el año pasado y lo que limita a sumar más hectareaje es el temor a cambios que podría haber en los derechos de exportación", dicen los ingenieros.
En la zona de El Trébol, los buenos márgenes del cereal entusiasman y va a subir el área de siembra. Pero también se observa la incertidumbre como el factor que detiene la escalada maicera. En Cañada de Gómez el aumento de área se prevé en un poco más del 30%, señaló GEA. En tanto, en el sur santafesino, como en Bigand y Firmat, estiman un incremento del 10%, mientras que en Bombal se mantendría la superficie respecto a la del año pasado.
Por otra parte, en el norte bonaerense, afirman el incremento del área maicera. Y lo mismo ocurre en el este cordobés, como en Noetinger, dónde comentan que muchos planteos de trigo dependen de lo que suceda con las lluvias. "Si no llueven más de 15 a 20 milímetros en estos días, la balanza se inclinaría aún más a favor del maíz", explicaron los especialistas.