El jefe de Volkswagen en Estados Unidos, Michael Horn, pidió disculpas por el escándalo de las emisiones de sustancias contaminantes de sus automóviles. Además, se comprometió a recuperar la confianza de los consumidores estadounidenses.
"La hemos cagado por completo", dijo tras admitir el engaño: "Hemos sido deshonestos con la EPA (la agencia de protección medioambiental), hemos sido deshonestos con el consejo de la ARB (la agencia que se ocupa de la calidad del aire en California), hemos sido deshonestos con todos ustedes", señaló Michael Horn.
"Tenemos que arreglar los coches para evitar que esto vuelva a suceder y tenemos que hacer esto bien. Este tipo de comportamiento va totalmente en contra de nuestros valores", argumentó el lunes por la noche en Brooklyn (Nueva York), en la presentación de una nueva versión del modelo Passat en un evento en que la estrella del rock Lenny Kravitz era la estrella invitada.
La crisis que envuelve a Volkswagen AG, la primer automotriz en ventas del mundo, creció el martes cuando la empresa emitió una advertencia sobre sus previsiones de beneficios tras la impactante admisión de que algunos de sus 11 millones de vehículos diésel en todo el mundo contenían un software que está en el centro de un escándalo de emisiones en Estados Unidos.
En un comunicado, la firma alemana dijo que está reservando unos 6.500 millones de euros (7.300 millones de dólares) para afrontar los costes de servicio y otros gastos derivados de la polémica, que ha dañado la reputación de VW de fiabilidad y asestado un duro golpe al valor de sus acciones. La compañía no hizo mención expresa a multas o sanciones.
Después del comunicado, las acciones de la empresa cayeron otro 17,6% a 110,20 euros, el mínimo en casi cuatro años. La caída se suma al 17% de pérdidas del lunes y supone que la empresa ha perdido unos 25.000 millones de euros en dos días de frenética cotización.