La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), a través de la Dirección General Impositiva (DGI), incautó 236 toneladas de granos en operativos realizados en el nordeste argentino. El volumen de la mercadería interdicta equivale a la carga de ocho camiones y tiene un valor de mercado de 18,4 millones de pesos, que permitiría hacer frente al pago de 260 jubilaciones mínimas.
Las acciones de fiscalización llevadas adelante por agentes del organismo conducido por Carlos Castagneto, junto a miembros de las fuerzas federales y provinciales, fueron ejecutadas en el acceso a las localidades de Santo Tomé, provincia de Corrientes, y de Sáenz Peña, Charata y Puente General Belgrano, provincia de Chaco.
El personal de la DGI constató la validez de origen y destino de los granos transportados mediante el cotejo documental y registral que respaldara el traslado de la mercadería. Las tareas de fiscalización y control arrojaron como resultado que los remitentes carecían de capacidad operativa, económica y/o financiera para producir o comercializar los mismos y, en otros casos, que las materias primas no estaban amparado con su carta de porte electrónica correspondiente según la normativa vigente.
Al comprobarse el origen dudoso de las cargas, los inspectores de la AFIP procedieron a interdictar 148 toneladas de soja, 58 toneladas de maíz y 30 toneladas de trigo, por un valor total de más de 18,4 millones de pesos.
Por razones de logística y resguardo y en cumplimiento de una orden judicial, se resolvió el traslado de los granos para su resguardo en un acopio de la localidad chaqueña de Barranqueras, a quien se designó depositario legal.