Los frigoríficos bovinos exportadores que integran el Consorcio ABC difundieron uncomunicado en el que aseguran que “el sector se encuentra transitando un período crítico, que se ha agudizado en los últimos meses, como consecuencia de una suma de factores”.
“La escasez de hacienda apropiada para abastecer los establecimientos exportadores y la faena de animales livianos (incumpliendo la resolución vigente) han sido los principales motivos de la caída de la actividad, cuyo saldo provocó el cierre de establecimientos y la pérdida de fuentes de trabajo. Ello ha determinado el encarecimiento del ganado bovino y minado la competitividad frente a otros proveedores del mundo”, apunta el comunicado.
“Esta situación, que lamentablemente no es reciente, constituye la principal restricción en la recuperación del sector, y a ella se le ha venido a sumar, la fuerte caída que registran los precios de las carnes y menudencias bovinas, en los principales destinos externos”, añade.
Resumiendo: la culpa del desastre ganadero la tienen los productores (que no fabrican suficientes novillos) y los frigoríficos consumeros (que faenan animales livianos). Ni una sola palabra sobre las restricciones a la exportación implementadas por el gobierno nacional. Tampoco sobre las retenciones vigentes (15% del valor FOB) y el atraso cambiario.
La situación presente en Uruguay es completamente diferente: en la nación oriental los frigoríficos exportadores van camino a cerrar un muy buen año con ventas de 225.239 toneladas (peso producto) en enero-noviembre de 2014 de cortes frescos bovinos y termoprocesados a un valor promedio de 5904 u$s/tonelada (370 u$s/tonelada superior al de 2013)
La industria uruguaya terminará 2014 con una facturación superior a 1400 millones de dólares gracias a una adecuada diversificación de mercados, en la cual China se lleva la mayor parte de los cortes de bajo valor, EE.UU. compra un mix de productos variados y Europa adquiere los cortes premium (con Alemania a la cabeza a un promedio de 12.700 u$s/tonelada) (ver gráfico).
La exposición de ventas uruguayas al mercado ruso se redujo de manera significativa en los últimos dos años. Se trata de un factor favorable en la actual coyuntura dado que el derrumbe del precio del petróleo afecta seriamente la capacidad de consumo presente en la Federación Rusa.