Convertir a Venezuela en una gran potencia agrícola en América Latina ha sido una de las promesas del Gobierno de Hugo Chávez desde que llegó al poder en 1999. Han transcurrido 14 años desde entonces y el desarrollo del sector agrario nacional sigue siendo una promesa. De hecho, está entre los lineamientos y objetivos de los próximos seis años.
El Presidente Chávez ha insistido en la necesidad de rescatar las tierras con vocación agrícola y "democratizar" los precios a través de la lucha contra el latifundio, para garantizar la eficiencia de las mismas y elevar la producción. Todo esto con miras a la autosustentabilidad, la sustitución de importaciones y hasta la exportación de alimentos a otras latitudes.
Lo cierto es que en los últimos 14 años las importaciones de alimentos y, sobre todo de materias primas agrícolas, se han incrementado exponencialmente, mientras que la producción interna diminuye cada año.
La bonanza proveniente de la renta petrolera le ha permitido al Gobierno mantener una política de importaciones masivas para sustentar el consumo de alimentos de la población, estrategia que ha ayudado a cubrir el déficit de la producción nacional.
Pero la masificación de las importaciones se aplica en momentos cuando los precios internacionales registran los máximos históricos, generando un gasto sin precedente en la compra de alimentos a otros países.
De acuerdo con las cifras del Instituto Nacional de Estadística (INE), entre enero y julio de 2011 y el mismo período de 2012, el valor de las importaciones del sector agrícola y vegetal pasó de 1.478 millones de dólares a 3.064 millones de dólares, lo que quiere decir que se destinó 107,3% más dinero que un año atrás para importar alimentos.
El área agrícola y vegetal es el sector que registra mayor incremento en la partida asignada para las compras en el exterior, según el INE.
Al revisar el histórico destacan las importaciones de animales vivos, donde el grueso de la categoría está representado por animales bovinos, cuyas importaciones pasaron de 50,33 millones de dólares en 1998 a 529,85 millones de dólares al cierre de 2011. Entre enero y junio de este año, el Estado destinó 567,3 millones de dólares para la importación de carne, 219,75 más que en 2011 cuando el costo de las compras fue de 177,4 millones de dólares, reportó el INE.
El valor de las importaciones de leche, productos derivados y quesos, pasó de 219,87 millones de dólares en 1998 a 520,96 millones de dólares en 2011. En el primer semestre de este año se destinaron 404,33 millones de dólares para las compras externas del rubro.
El valor de las importaciones de hortalizas, raíces y tubérculos se incrementó en 50,36% en 14 años, al pasar de 93,98 millones a 141,31 millones de dólares. Entre enero y junio de 2012 se destinaron 84,68 millones de dólares.
El Gobierno asegura que la producción de hortalizas creció en torno a 20% en el primer semestre de este año, pero las importaciones hacen suponer lo contrario. Además este es uno de los rubros a los que apuesta para exportar al Mercosur.
El costo de las compras de cereales en el exterior entre 1998 y 2011 se incrementó en 163,3%, y al cierre del año pasado las importaciones le costaron al país 850,66 millones de dólares. Este sector ha sido prioritario para el Ejecutivo y, aunque hubo incentivos, desde 2008 viene en franco deterioro por el control en los precios de los rubros.
En café el aumento en el costo de las importaciones ha sido exponencial, al pasar de 7 millones a 125 millones de dólares.
El auge de las importaciones, tanto en valor como en volumen deja ver en fracaso del modelo agrícola actual.
CAE LA PRODUCCIÓN DE PAPAS
La producción de papas no se ha beneficiado con las políticas del Gobierno nacional, por el contrario, la actividad se ha venido a pique en los últimos cinco años.
De acuerdo con cifras del sector, la producción de papas ha caído 71,3% al pasar de 214 mil 604 toneladas en 2007 a 61 mil 500 toneladas estimadas este año.
El declive de la producción ha sido a pasos agigantados. En 2010 la producción ya había bajado a 142 mil 750 toneladas, mientras que en 2011 el descenso fue de 45,1% para situarse en 78 mil 300 toneladas.
Enmanuel Escalante, presidente de Fundaproandes y productor del estado Trujillo, señaló que la caída de la producción estuvo marcada principalmente por la semilla, debido a que el Ministerio de Agricultura importó insumos que no cumplían con los estándares de calidad, lo que originó pérdidas de las cosechas.
Asimismo la falta de planificación de la producción, la escasez de insumos, las lluvias, los problemas de vialidad, la inseguridad y la baja en la rentabilidad contribuyeron al declive del cultivo de papas.
Angie Contreras
El Universal