La magnitud de esta alteraciones depende, claro está, del peso que gravita sobre los neumáticos, pero también de las características constructivas de este y su presión de inflado.
Los efectos causados por el tránsito de los tractores agrícolas en planteos de agricultura conservacionista son objeto de diferentes estudios y análisis debido a la creciente compactación que se observa en diferentes zonas y suelos.
La prueba a campo
Uno de estos estudios fue realizado en el Instituto de Ingeniería Rural del INTA-Castelar por el Ing. Agr. Jorge Hilbert.
En este caso consistió en analizar el comportamiento de tres neumáticos diferentes, y en tres condiciones de suelo. Utilizaron los neumáticos 650/75R32 (radial); 30.5-32 y 24.5-32; estos dos últimos de construcción diagonal; las presiones de inflado se ajustaron de acuerdo a las tablas provistas por cada fabricante de cubiertas para una carga promedio de 3400 kg. Las condiciones de suelo utilizadas correspondieron a campo natural, rastrojo de soja y por último rastrojo de girasol rastreado.
Así las cosas se determinaron dos parámetros que caracterizan la condición de suelo, la resistencia a la rodadura que representa la dificultad que enfrenta un neumático para avanzar sobre el suelo por la deformación de este último, y por otro lado la resistencia a la penetración que representa cuan duro está el suelo para las raíces.
Resistencia a la rodadura
Cuando se analizó este parámetro en los diferentes suelos, independientemente del tipo de neumático se encontró que el campo natural mostraba los menores valores. Es posible entender esto si pensamos que es el suelo con menor remoción superficial, de hecho ésta es nula en sectores con tales características. En valores intermedios estuvo el suelo con rastrojo de soja y aquel que más resistencia opuso al desplazamiento por su propia deformación fue el lote con rastrojo de girasol rastreado ya que se trata de una superficie de suelo mas suelta.
La discriminación de los neumáticos utilizados mostró una menor resistencia en el caso del neumático radial versus los de construcción diagonal en las tres situaciones de suelo mencionadas y en las dos velocidades de avance probadas. Entre las dos medidas de neumáticos diagonales los resultados mostraron una menor resistencia a la rodadura para el neumático de menor ancho, 24.5-32 en las situaciones de suelo más duras, campo natural y rastrojo de soja, pero solo cuando se trabajó a 7 km/h; las mismas desaparecieron a 8 km/h.
Estas diferencias encontradas por el Ing. Hilbert y su colaborador coinciden con la bibliografía por ellos consultada y puede explicarse por el tipo de construcción de la cubierta radial y su menor presión de inflado.
Compactación
La compactación de un suelo puede ser analizada como la resistencia a la penetración que este ofrece. Dicho parámetro puede obtenerse con instrumento de medición específico; así fue como lo obtuvieron en el estudio que nos ocupa. Los muestreos fueron realizados en la misma huella del neumático y en zonas sin pisar para tomar como referencia testigo y poder comparar el efecto de la circulación de la maquinaria.
Este parámetro depende directamente de la superficie de contacto entre el neumático y el suelo y el peso del equipo que gravita sobre ella.
Sabiendo esto y recordando que los neumáticos radiales inflados adecuadamente ofrecen una superficie de impronta mayor que los diagonales es fácil entender que la compactación superficial resulta menor.
Pero además existen problemas de compactación subsuperficial que dependen directamente del peso de la máquina y ya no de la superficie de apoyo. Considerando esta realidad, la única forma de reducir este problema es alivianar el peso de los equipos.