Por innovación científica y tecnológica, todo está dado para que el girasol recupere su fuerza productiva. La primera ExpoSyngenta del año, en Camet (provincia de Buenos Aires) dejó en claro que, a pesar de la coyuntura, el cultivo dispone de un sinnúmero de herramientas capaces de alcanzar nuevos estándares en materia de sanidad y rendimiento. Una vez más, Syngenta apostó por la sustentabilidad y aprovechó la muestra para probar que la utilización de semillas de calidad con tecnologías apiladas y manejo eficiente es el camino indicado para alcanzar mejores resultados en rendimiento, sin por ello comprometer los recursos del campo.
En esta ciudad, ubicada a pocos kilómetros de Mar del Plata, Syngenta posee la Estación Experimental de Camet, el centro de investigación en girasol más grande de Latinoamérica. Allí, en la apertura de la jornada, el ingeniero agrónomo Archibaldo Salvador, director de Girasol para LAS de Syngenta, se refirió a las enorme potencial del cultivo y explicó el funcionamiento del Programa Global de Mejoramiento de Girasol que funciona en ese centro experimental, donde en la actualidad se generan híbridos para toda Latinoamérica y varios países de África y Asia.
Más tarde, el ingeniero agrónomo Gabriel Cedeño, del área de Servicio Técnico de Syngenta, explicó que durante la sequía de enero pasado se halló arañuela roja y Rachiplusia nu (isoca medidora), con una presión muy alta a partir de la llegada de las lluvias. “Llegamos a contabilizar entre 40 y 50 isocas por planta, sobre todo en la zona oeste de Buenos Aires y La Pampa, donde hubo dos picos de esta plaga. Para controlar Rachiplusia nu utilizamos el nuevo insecticida Proclaim Forte, que trabaja por ingestión y tiene un gran poder de volteo, a tal punto que cuatro días después de la aplicación ya se vieron los efectos en el campo. En este momento se está midiendo la residualidad de Proclaim Forte a campo, pero las pruebas indican que posee una residualidad superior a los 20 días”, afirmó.
En relación con los híbridos se presentaron SYN3825 y SYN3965 CLHO, materiales de ciclo medio/corto y muy alta materia grasa, tolerantes a esclerotinia y verticillium, con altísimo potencial de rendimiento. En cuanto a los híbridos Clearfield se destacaron SYN3970CL y SYN4070CL, dos materiales de ciclo largo con alta materia grasa, de muy buena resistencia al vuelco, posición de capítulo muy descendente, excelente estabilidad y resistentes a roya negra. Además se exhibieron los tratamientos de semillas Dynasty 10 FS Semillero, una nueva fórmula fungicida contra enfermedades tempranas –entre las que se incluyen Downey mildew–, y Fortenza Semillero, que brinda protección contra insectos de suelo y aéreos como gusanos blancos, orugas cortadoras (Agrotis spp, Porosagrotis spp) y gusano cogollero (Spodoptera frugiperda).
Maíz para el sudeste
En las estaciones destinadas al maíz se pudo evaluar el daño de las orugas en la espiga y las diferencias de comportamiento entre cultivares con Agrisure Viptera 3 y aquellos sin esos genes para el control de insectos. La simple afectación de los granos de la punta de las espigas ha ocasionado mermas de rinde de entre 350 a 460 kg/ha en promedio, medidos en tres campañas sucesivas, llegando a superarse los 500 kg/ha de pérdida en casos puntuales.
Agrisure Viptera 3 es el evento biotecnológico de Syngenta para el control de lepidópteros que afectan la parte aérea del cultivo, al tiempo que aporta tolerancia a glifosato y glufosinato, lo que facilita el control de malezas. Se prevé incorporar este evento a los cultivares de ciclos cortos adaptados a la zona sur, como el SYN860 TD/TG y el SYN840 TD/TG, para reforzar el control sobre gusano cogollero (Spodoptera frugiperda) e isoca de la espiga (Helicoverpa zea). Además, se lanzaron los materiales SYN969 TD/TG y SYN960 TD/TG, dos híbridos simples de alto potencial, excelente sanidad y tolerancia a mal de Río IV y a podredumbres de raíz y tallo.
Otro de los puntos desarrollados durante la exposición fue el manejo de fechas de siembra y densidades. En ambientes de alto potencial, sembrados entre mediados de octubre y principios de noviembre, los resultados de los ensayos muestran que es posible aumentar la densidad de siembra de 40 mil a 70 mil semillas por hectárea sin afectar el tamaño de espiga, lo que mejora el aprovechamiento de los recursos y, por ende, de los rendimientos. En tanto, cuando el ambiente es incierto, es posible utilizar híbridos de mayor prolificidad, como el SYN840, en densidades de entre 50 mil y 60 mil plantas por hectárea, para aprovechar así la capacidad de formar una segunda espiga en caso de que el ambiente acompañe. Esto permitiría no excederse en la cantidad de plantas si el ambiente es adverso, y responder con alto potencial de rinde si las condiciones son favorables.
En cuanto a la sanidad, la roya resultó la enfermedad de mayor importancia para el maíz en la región. A su turno, el ingeniero Pablo Mainez, integrante del equipo de Servicio Técnico de la empresa, explicó que las principales hojas del cultivo a proteger son las de la espiga, la inmediata superior y la inmediata inferior, ya que ellas representan del 33% al 40% del área foliar, y una reducción del 25% de esa área a causa de las enfermedades puede llegar a generar un 30% de merma en el rendimiento.
A campo se observa presencia de roya en casi todas las plantas emergidas, por lo que es fundamental el monitoreo y la cuantificación de las enfermedades desde las primeras etapas del cultivo. Para su control se recomendó el uso del fungicida Amístar Xtra Gold, con aplicaciones en V10 y R1, o la doble aplicación. Este es un nuevo fungicida formulado con coadyuvantes específicos que favorecen el mojado y la penetración del producto de forma más rápida, lo que resulta en mayor cantidad de ingrediente activo dentro de la planta y en un mejor desempeño en el control de las enfermedades, con mayor residualidad. A la vez, no requiere el uso de aceites ni coadyuvantes, lo que simplifica el manejo y lo hace más amigable con el medio ambiente.
En soja, apilado de tecnologías
En relación con la soja, Syngenta presentó su amplio portfolio de variedades de grupos cortos, intermedios y largos. Sin embargo, la gran novedad fueron los resultados que se pueden obtener mediante la “apilación de tecnologías” durante todo el ciclo del cultivo y adaptando las diferentes combinaciones a los ambientes y situaciones agronómicas particulares. Para demostrarlo se presentaron variedades SPS tratadas con Plenus con el objetivo de favorecer la implantación del cultivo y ampliar el espectro de control de insectos. Estas plantas luego fueron tratadas con el nuevo insecticida banda verde Voliam Flexi para el control de lepidópteros (orugas) y chinches, que aparecieron de manera masiva con las lluvias (se han relevado 6 chinches por metro cuadrado de un día para el otro). La sanidad se preservó con el uso de fungicidas de Syngenta que controlaron la presencia de enfermedades de fin de ciclo.
Una vez más Syngenta demuestra que la tecnología aplicada a todos los cultivos es la llave que permite explorar caminos superadores y el salto de calidad que el productor tiene a disposición si busca nuevos y mejores resultados.