A partir de septiembre se podrían exportar unas 34.500 toneladas mensuales versus las 30.000 toneladas promedio que se venían autorizando desde principios de año.
Tal como sucedió a principio de año, cuando el entonces ministro de Agricultura Julián Domínguez acordó una mayor apertura exportadora con tres cámaras de la industria frigorífica, este nuevo arreglo también se selló de palabra y sin ninguna normativa específica: no habrá ni decreto ni resolución.
Este era un pedido de la industria cárnica y del sector ganadero desde hace larga data, pero lo cierto es que en este momento el equipo económico busca también aprovechar los altos precios internacionales del producto y la fuerte demanda internacional.
Algunos cálculos dan cuenta que gracias a esta ampliación del volumen el país recibiría unos u$s30 millones adicionales por mes, algo que a todas luces no mueve la aguja pero podría ser visto por la dirigencia rural como "un gesto de buena voluntad del Gobierno".