Si hace tres semanas hubiésemos propuesto para los granos los valores que hoy se están dando, nos hubieran tildado de locos. Las condiciones cambiaron dramáticamente de la mano de los excesos de lluvia en nuestro país, que llevaron a los operadores del convencimiento de que la Argentina terminaba el año con una gran cosecha de soja, a una perspectiva muy dudosa, donde se habla de mermas de 3 a 5 millones de toneladas.
Nivel de aceptación
La soja es muy susceptible al exceso de humedad cuando está lista para cosechar. No tenemos que olvidar que sus granos tienen por objetivo caer al suelo, germinar y convertirse en nuevas semillas. Sin embargo, se trillan antes de que eso ocurra. En este caso la demora en trillar hace que el proceso natural siga su curso. Los granos en las vainas se hinchan, las chauchas se abren, y/o caen al suelo o brotan directamente en las chauchas. Están circulando cientos de fotos donde se aprecia este proceso.
Es importante remarcar que los granos brotados son considerados granos dañados, existiendo una base de comercialización del 5%, esto quiere decir que si se entrega un camión en puerto, y contiene hasta 5% de granos brotados no habrá inconvenientes. Luego hay un 5% adicional de tolerancia, donde se produce un descuento en el precio por cada punto. Pero finalmente si no se llega a ese nivel, la mercadería se considera "de rechazo" y no puede aplicarse al cumplimiento de lo pactado. Esto hace que el productor no sólo se encuentre con que no puede entregar los granos que cosechó para el negocio pactado, si no que además tiene que anularlo, o bien conseguir más grano para cubrirlo, y legalmente un productor no puede comprar mercadería a otro. La situación termina siendo muy delicada.
En el caso del maíz es importante mencionar que si bien las zonas afectadas son maiceras, gran parte del maíz de primera ya estaba trillado, pero el grueso es de siembra tardía, y falta bastante para su cosecha. De todas formas, resiste mucho más el exceso de agua que la soja. Aquí el problema es que luego habrá que esperar a que los granos sequen para ser cosechados y entregados.
Como vemos, en ambos casos partimos de un problema de atraso en la cosecha y por lo tanto en la entrega de mercadería, que implica mayor demanda adicional para EE.UU. y Brasil. Pero como esta última semana las lluvias siguen, ahora el problema se extiende y en soja tenemos dudas sobre la producción final pero no sobre maíz.
Saliendo de estos factores, que afectaron tanto a los precios locales como externos a la suba, tenemos seca en Brasil que está complicando al maíz. Además el mercado liga las subas del maíz con la soja, y vemos también precios muy elevados para el cereal.
Sin embargo, no debemos perder de vista los fundamentos: EE.UU. tiene stocks enormes de soja y maíz. China está sentada sobre unas 200 millones de toneladas o más de maíz, y se viene una campaña donde se implantarían 2 millones de hectáreas más en EE.UU. y al menos 1 millón de hectáreas más en la Argentina. En tanto por el lado de la demanda, ante el cambio de política de China, esperamos menor demanda ya sea de maíz o sus sustitutos.
En lo que hace al trigo, en EE.UU. mejoraron las condiciones climáticas, generando mercados en baja. Pero localmente los precios logran sostenerse con mayor interés comprador.
(*) Profesor investigador del Centro de Agronegocios de la Universidad Austral.