Según un informe de la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (Copal), las exportaciones de la actividad tuvieron una fuerte caída en los primeros ocho meses de este año en comparación con el mismo lapso de 2013.
Entre las bajas más pronunciadas se destacan las conservas de frutas (-58%), las uvas (-45%), los jugos (-27%), el aceite de oliva y las aceitunas (-25%), las peras (-10%) y las manzanas (-8,8%).
Para el presidente de Copal, Daniel Funes de Rioja, la caída se explica por la pérdida de competitividad, por la presión impositiva y por cuestiones climáticas.
El costo logístico entre enero y septiembre de este año se incrementó 38 por ciento respecto del mismo período de 2013, según Copal. "Llevar un producto de Mendoza o Catamarca a Rosario es mucho más caro que hacerlo desde Rosario a Rotterdam", dijo Funes de Rioja.
Otro factor que afecta a las economías regionales es el impositivo. "La combinación de la carga tributaria entre la Nación, las provincias y los municipios oscila entre un 43 y un 46 por ciento del valor de los productos", agregó.
Los derechos de exportación también afectan las competitividad de las economías regionales. Como productos industriales pagan un tributo de entre el 5 y el 10 por ciento. Sin embargo, globalmente el Estado recauda unos 200 millones de dólares, una cifra ínfima si se la compara con los recursos que obtiene por el complejo oleaginoso, entre 8000 y 9000 millones de dólares.
"Cuando exportamos frutas nos cobran los derechos de exportación por el valor del cajón, que incluye la madera, los clavos y la mano de obra que contiene; no es como los granos", dijo el presidente de la Sociedad Rural de Valle de Uco, Mendoza, Mario Leiva. Esos ítems tienen una incidencia del 25% en el precio final, según el productor.
Un ejecutivo de la una bodega, que pidió reserva de su nombre, explicó que, por ejemplo, el vino tributa un 5% de derechos de exportación y reintegros por el mismo porcentaje. "En teoría se equilibra la cuenta, pero mientras las retenciones las pagamos en dólares cuando vendemos, los reintegros se pagan en pesos y con demora", dijo.
Funes de Rioja añadió que la postergación en la devolución de reintegros provoca la pérdida de capital de trabajo a las empresas de las economías regionales. "Si bien hay líneas crediticias disponibles, como el crédito del Bicentenario, esta demora les causa a las empresas dificultades en su capital de trabajo", advirtió.
Los directivos de Copal se reunieron hace poco más de diez días con el ministro de Economía, Axel Kicillof, a quien le plantearon esos problemas. Tras ese encuentro, los funcionarios de Economía comenzaron a solicitar información a los empresarios para analizar la situación de las economías regionales.
BRASIL, OTRO IMPACTO
Respecto del impacto del clima sobre la caída de las exportaciones, Funes de Rioja recordó que la producción de limones de Tucumán se había visto afectada el año pasado por una fuerte sequía.
Leiva, en tanto, apuntó otro problema que afecta a la exportación de frutas. "Las licencias de importación no automáticas que impuso Brasil hacen bajar el precio de los productos porque los empacadores deben solicitar el trámite unos 60 días antes de la exportación. De esa forma se concentran los envíos y el precio cae", dijo el presidente de la Rural de Valle de Uco. Recientemente, el gobierno brasileño amplió los requisitos para obtener licencias de importación no automáticas para las frutas, lo que podría provocar más demoras.
