Los administradores de fondos especulativos que operan en el mercado de Chicago (CME Group) continúan apostando por una recuperación de los precios tanto del maíz como de la soja.
El martes de esta semana –último dato informado por la Commodity Futures Trading Commission– la posición neta especulativa en futuros y opciones de maíz se ubicó en 219.00 contratos versus 193.109 el martes de la semana pasada (se trata del nivel más elevado desde comienzos de julio pasado). Dicha posición, en lo que respecta a la soja, esta semana se ubicó en 28.533 contra -246 contratos la semana anterior.
El principal motor alcista del mercado es la harina de soja: un producto que esta semana se terminó de recuperar del derrumbe registrado entre julio y septiembre de este año.
El comercio internacional de harina de soja corre por dos senderos bien distintos que, al colisionar, hacen volar los precios. En los mercados asiáticos la demanda sube progresivamente, sin importar qué suceda con el precio, porque el producto se emplea para alimentar a los nuevos integrantes de la clase media mundial. En Europa, el otro gran comprador, la demanda es en cambio oportunista: sube o baja según la evolución de precios.
Es decir: con valores tan bajos como los registrados en los últimos meses, los importadores europeos salieron a comprar grandes cantidades de harina de soja para competir con la demanda cautiva presente en las naciones asiáticas.
Al 23 de octubre pasado, según los últimos datos publicados por el USDA, EE.UU. ya comprometió embarques de soja por un 74% del saldo exportable de 46,2 millones de toneladas previsto para el ciclo 2014/15 (versus 72% de 44,5 millones en la misma fecha de 2013).
Pero el dato más impresionante es el compromiso (también al 23 de octubre) del 59% del saldo exportable de harina de soja (estimado en 10,8 millones de toneladas) versus 46% en la misma fecha del año pasado (sobre la base de un saldo exportable de 10,1 millones).
La cuestión es que si EE.UU. agota su saldo exportable de poroto y harina de soja antes del ingreso al mercado de la nueva cosecha sudamericana (en marzo/abril de 2015), los precios internacionales de ambos productos no tendrán techo.
Las posiciones netas surgen de la diferencia entre las posiciones compradas (“long”, que fijan un precio techo y por ende apuestan a un mercado alcista) y las posiciones vendidas (“short”, que fijan un precio piso y por lo tanto apuestan a un mercado bajista).