A medida que pasa el tiempo es más que preocupante la falta de cosecheros y, ante esa situación, aparece la cosecha mecánica como alternativa. Por distintas circunstancias, en lo que hace a la cosecha de uva y de aceitunas se ha roto, al menos en la última década, una situación a la que los mendocinos están acostumbrados a vivir.
Por un lado, las familias que aprovechaban la vendimia para ganar un dinero destinado a adquirir alimentos, o la mejora de la vivienda o bien para enfrentar los gastos de la escolaridad de sus hijos. En ese aspecto, al decir de los dirigentes del sector, un aspecto que ha tenido una influencia superlativa ha sido el otorgamiento de distintos planes sociales, los que dejan de prestarse, provisoriamente, cuando una persona obtiene un empleo. Frente a ese inconveniente, la mandataria aclaró que las personas no pierden el beneficio. De todos modos, ante la duda, mucha gente no va a cosechar.
La restante situación se da con los "obreros golondrina", quienes realizaban un raid laboral que comienza en la zafra de la caña de azúcar en el NOA, pasan a Mendoza para levantar la uva y luego la aceituna y retornan al NOA para la zafra. Por distintas circunstancias, esa gente ya no llega a Mendoza. La opción es la cosecha mecánica.
En el sector vitivinícola, las empresas están adaptando sus viñedos a este tipo de recolección y sólo destinarán a cosecha manual las parcelas reservadas a uvas de alta calidad. Pero también hay inconvenientes. Si bien se ha producido un importante crecimiento de la industria local, las trabas impuestas desde la Casa Rosada a la importación de insumos, maquinaria industrial o repuestos, han provocado que no se pueda cumplir con las exigencias de la vendimia.