En octubre se despacharon a faena 1,06 millones de cabezas, cifra similar a la de septiembre y 11% menor a la del décimo mes de 2013. De este modo, desde enero se acumularon 10,3 millones de bovinos, 4% menos que en el mismo período del año anterior.
LA CAÍDA INTERANUAL ES DEL 2%
Teniendo en cuenta los doce meses terminados en octubre, el envío a faena fue de 12,5 millones, mostrando una caída interanual del 2%. Por último, el trimestre agosto- octubre sumó 3,1 millones de animales, marcando una disminución del 8% frente a igual período de 2013.
En síntesis, las comparaciones de todos los períodos usualmente analizados son negativas, continuando con la tendencia que venimos comentando desde principios de año cuando comenzaron a moderarse las variaciones interanuales, por aquel entonces positivas.
En estos diez meses, la moderación trimestral, más marcada que la anual, generó números negativos desde abril, mientras que recién en septiembre sucedió lo mismo con la faena total de doce meses, como se ve en el gráfico siguiente.
FAENA DE MACHOS, MAYOR QUE LA DE HEMBRAS
A su vez, la disminución de la faena de machos fue mucho más rápida que la de hembras. En enero pasado el procesamiento trimestral comenzó a tener una variación interanual negativa, mientras que para los doce meses lo hizo en julio.
En tanto, la faena de hembras seguía más alta –pero atenuándose- en la comparación interanual, tanto para trimestres como para años móviles.
Ahora, en octubre, debe resaltarse que la faena trimestral de hembras mostró una variación negativa por primera vez. En tanto, la comparación interanual de los doce meses móviles todavía es positiva, pero sigue en descenso.
CAMBIO DE FASE: INFLEXIÓN EN EL CICLO GANADERO
Este movimiento sigue reforzando la interpretación de Valor Carne de que se ha producido una inflexión en el ciclo ganadero, habiendo entrado en una fase de retención.
Esta etapa es mucho más débil que la similar anterior, observada entre fines de 2009 y fines de 2010/principios de 2011. En los gráficos anteriores se puede ver que la pendiente de esa época es más abrupta que la suave declinación de los últimos meses. Pero también debe anotarse que aquélla fue especialmente corta mientras que, esperemos, esta podría tener una vida más larga.
Como también venimos argumentando en los últimos meses, los precios reales han mejorado -pese a la disminución estacional del último bimestre- consistente con este cambio de fase del ciclo.
Otra variable que, contrariamente, sigue siendo inconsistente con este movimiento, es la de la proporción de hembras en la faena. En ese sentido, desde mediados de 2011, cuando alcanzó su punto mínimo en este ciclo, este porcentaje ha crecido hasta superar el 46%, lo que hace que algunos analistas todavía sostengan que estamos en liquidación.
Desde aquella época, como se aprecia en el gráfico siguiente, la tasa mensual ha estado a punto de quebrar el recorrido del promedio móvil de doce meses en varias oportunidades, sin lograrlo en ninguna. Creemos que no faltará mucho para que finalmente lo haga, comenzando un descenso que sí será consistente con la fase que definimos.
Finalmente, no está de más subrayar que esta fase de retención, que es débil por el marco regulatorio de la ganadería, está a expensas de las variables macroeconómicas, que distan del equilibrio.
Aumentos en la tasa de inflación o la de interés, o una acentuación de la recesión, con su impacto en la demanda y en el nivel de precios reales, atentarían contra este proceso de inversión.