El economista jefe de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (Fada), David Miazzo, estimó que las restricciones a las exportaciones anunciadas este martes por el Gobierno nacional, en el marco de un paquete de medidas destinadas a frenar los aumentos de precios de la carne vacuna, significarán una pérdida para la cadena de 100 millones de dólares mensuales.
Lo que informó el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, es que se podrá exportar solo un volumen de hasta el 50 por ciento del promedio de exportaciones de 2020.
Como ese recorte no tiene en cuenta a las cuotas arancelarias (Hilton, 481, Estados Unidos) y al protocolo kosher para los envíos a Israel, que representan un ocho por ciento del volumen total que Argentina comercializa en el exterior, en la práctica significa que, al menos hasta el 31 de agosto, estarán cerradas el 42 por ciento de las exportaciones.
"En dólares, significa que de una exportación de 250 millones de dólares por mes, se perderán cerca de 100 millones", señaló Miazzo a través de su cuenta de Twitter.
Para el investigador, la decisión del Gobierno difícilmente alcance el objetivo que persigue, de aliviar el costo de la carne para los consumidores argentinos. Como primera medida, Miazzo recordó que "el problema de la carne no es de abastecimiento, sino que es de acceso: producimos 3,2 millones de toneladas de carne bovina y más de tres millones de toneladas de pollo y cerdo". "Argentina está en el podio de los mayores consumidores per cápita", reiteró.
Asimismo, "el problema tampoco es de precio, sino de poder adquisitivo. En Argentina la carne es más barata que en los países vecinos y hasta 80 por ciento más barata que en Europa. El salario real ha caído 20 por ciento en los últimos tres años", continuó.
Y cerró: "El cierre de las exportaciones de carne no soluciona la inflación. La carne no es lo único que sube. La inflación tiene que ver más con la emisión y la confianza que con la carne. El cierre no frena los precios; el antecedente está en lo que pasó entre 2006 y 2012".
En paralelo, Fada también emitió un posteo en la red social Twitter en el que expresó su visión en contra de las medidas impulsadas por la Casa Rosada.
"Es malo porque resta demanda externa a la producción de carne cuando el mercado interno no tracciona por pérdida de poder adquisitivo. Menos demanda es menos incentivo a producir; menos producción y menos empleo. Además, se cierran las expos de carne que no se consumen en el mercado interno. Es muy difícil que un consumidor argentino elija en una carnicería una costilla de vaca", expresó Fada.
Además, alertó por el riesgo que estas políticas tienen para el empleo sectorial. "Los que mayor riesgo inmediato tienen: trabajadores de frigoríficos, frigoríficos medianos que no tienen diversificada su exportación y productores de cría y tambos. Sin embargo, los efectos se sentirán en toda la cadena que genera más de 400.000 puestos de trabajo", aseguró Fada.
En este marco, formuló algunas propuestas: "A corto plazo, se puede apoyar la reducción de precios con reducción de carga tributaria (alcanza el 28 por ciento del precio final); a mediano plazo, la comercialización por cortes: llegar con cortes más baratos a barrios de menores ingresos y con cortes de mayor valor en barrios de mayores ingresos".