Un equipo de investigación -integrado por especialistas del INTA Salta, Conicet y la Universidad Nacional de Salta (UNSa)- determinó que la cepa Bacillus amyloliquefaciens reduce la pudrición de raíces y tallos en poroto en un sistema agrícola degradado en el Valle de Lerma.
El estudio se enfocó en "evaluar la capacidad de la cepa Bacillus amyloliquefaciens (B14) para mejorar la calidad de un suelo degradado en el Valle de Lerma", indicó Carolina Pérez Brandan, investigadora del INTA. Agregó: "A su vez, buscamos determinar su incidencia en el crecimiento y rendimiento del poroto común negro, inoculando las semillas del cultivo con esta cepa".
Los efectos de esta cepa fueron comparados con el de un agroquímico comúnmente utilizado en la región. "Los resultados demostraron que la cepa Bacillus amyloliquefaciens mejoró la disponibilidad de nutrientes, aumentó el carbono orgánico del suelo, nitrógeno total y fósforo extraíble. Además, la cepa B14 aumentó la actividad enzimática del suelo, respiración microbiana y carbono de biomasa microbiana", destacó la investigadora.
Macrophomina phaseolina es un hongo fitopatógeno que causa la podredumbre radicular cultivo de poroto, pudiendo disminuir hasta en un 80 % el rendimiento. En este sentido, "también se evaluó un suelo infectado con Macrophomina dado que, en una investigación previa, se descubrió que B. amyloliquefaciens tiene un efecto antagónico contra este hongo patógeno", agregó la investigadora.
Por otro lado, esta cepa aumentó significativamente la presencia de determinados agentes de control biológico como: Trichoderma spp., Gliocladium spp., Pseudomonas spp. y actinomicetos en el suelo; "mostrando un efecto mayor que el del agroquímico", sostuvo Pérez Brandan.
Por lo tanto, la cepa B. amyloliquefaciens es un bioinoculante potencial para porotos en el noroeste Argentina, donde no sólo podrá mejorar y proteger el cultivo de frijol común, sino también mejorar la calidad y salud del suelo.