Aunque los contratos futuros de la soja en Chicago terminaron ayer con leve baja, en torno a u$s 511 la tonelada, en el mercado consideran que en el corto plazo puede haber un cambio de tendencia, a partir de las estadísticas productivas en América del sur.
Es que el Departamento de Agricultura estadounidense (Usda) mantuvo sin cambios sus previsiones para la actual cosecha en Brasil y la Argentina, en cifras que están muy alejadas de lo que otros organismos privados y públicos esperan para la actual campaña.
En ese sentido, el Usda mantuvo en 134,5 millones de toneladas la producción sojera para ambos productores, que representan la mitad de la cosecha global de la oleaginosa.
Así, el Usda dejó en 51,5 millones de toneladas su previsión para la cosecha local, cuando nadie –salvo el Ministerio de Agricultura–, sitúa la producción local en más de 50 millones. Ayer, incluso, la publicación especializada Oil World alertó que la cosecha argentina podría incluso estar por debajo de las 48 millones de toneladas que aguardan las bolsas cerealeras locales.
Para el caso de Brasil sucede algo similar, el Usda mantiene su previsión de que la soja brasileña sumará 83,5 millones de toneladas, cuando el mercado no cree que haya más de 82 millones de toneladas.
Así, creen los analistas, el Usda tendrá que blanquear en su próximo informe, a principios de mayo, o a más tardar en junio, que la cosecha en Argentina y Brasil no era tan grande como se esperaba. Y eso será un dato alcista que coincidirá, además, con un momento crucial en el hemisferio norte: cuando los granjeros estadounidenses terminan de definir cuántas hectáreas destinarán a la soja y cuántas a maíz para el ciclo 2013/14, que se inicia hacia septiembre.