El mercado de soja continúa presionado por la marcha de los cultivos en nuestra región y nuevas cancelaciones de negocios pactados por parte de China con los Estados Unidos, lo que hace pensar que el ritmo de compras continuará aletargado a la espera de las nuevas disponibilidades suda-mericanas, a partir del mes de marzo.
También los fondos que operan en granos deshicieron posiciones de compra en el mercado de Chicago sobre el final del año anterior y este fenómeno también tuvo que ver con el deterioro de las cotizaciones de esa plaza.
Según la especialista en el mercado de oleaginosas de Jefferies Bache, Anne Frick, el mercado cuenta con un marcado soporte en el área de u$s 498 para la posición de entrega en el mes de marzo, piso que se mantendrá, al menos en la primera etapa de este nuevo año. La resistencia se encuentra en el nivel de u$s 552, el punto más alto alcanzado en el mes de diciembre pasado.
Frick sostiene que esta campaña encuentra similitudes con la 1983/84, año de una mala campaña norteamericana con la perspectiva de recomposición mundial, de la mano de una cosecha sudamericana razonable, lo que la hace suponer que la posición julio del mercado de Chicago resulta vulnerable a una corrección mayor que la actual, y que producirse a partir del mes de febrero y hasta mayo, basándose en lo que proyecta para las campañas de nuestro país y Brasil. La especialista cree que este mes-contrato podría incluso perforar el área de los u$s 478, con mayor perspectiva hacia la baja que hacia la suba.
Frick sigue sosteniendo en sus informes que el registro más alto alcanzado para la soja en Chicago -de u$s 659,60 por tonelada, hacia principios de noviembre del año anterior- no volverá a ser alcanzado en el mediano plazo, con la perspectiva de producción mundial actual.
Este mercado, más allá de lo que será el resultado final de la siembra en nuestro país, abriga en general buenas perspectivas en relación con la región.
Aunque varios observadores sostienen que la implantación local resultará más acotada, varios analistas internacionales no se muestran tan pesimistas en torno a esta situación, con perspectivas productivas de entre 52 a 54 millones de toneladas.
Esta visión ha hecho retroceder recientemente las cotizaciones de Chicago, que apuesta a una buena campaña sudamericana que recompondrá en buena parte el escenario mundial.
La cosecha brasileña de la oleaginosa resultará, de acuerdo con varias opiniones, superior a lo inicialmente previsto. La agregaduría agrícola de los Estados Unidos en Brasilia proyectó recientemente que la campaña de soja en ese país alcanzará los 83 millones de toneladas, un millón más de lo que había proyectado anteriormente.
Una cosecha de esta magnitud elevará potencialmente las exportaciones de esta nación a 39 millones de toneladas para la campaña 2012/13, un crecimiento del 21% en este renglón, colocándolo en el primer puesto y desplazando a Estados Unidos, que habitualmente ocupaba esta posición. Brasil también superará productivamente a los Estados Unidos por primera vez en la historia, producto de estas buenas proyecciones y del magro resultado de la campaña norteamericana afectada por la sequía.
El crecimiento en la productividad brasileña incluye buenas perspectivas en los principales estados productores de esta nación, Mato Grosso, Paraná y Rio Grande do Sul, aunque algunos analistas privados sostienen que la situación en algunas áreas, que incluyen a Mato Grosso, viene experimentando bajas precipitaciones desde hace varias semanas, lo que amenaza el potencial productivo en el caso de no corregirse esta tendencia en los próximos días. Tampoco resulta benigno el clima en el noreste del país, particularmente en el estado de Bahia, aunque esta zona provee solamente el 4,5% de la producción nacional.
Ricardo Baccarín
