La Provincia, que ya había declarado la emergencia provincial el 25 de junio, dos semanas después del fenómeno climático, aguarda que la Nación efectivice la ayuda, y a partir de allí arrancar con el proceso que desembocará en la distribución.
De lo que deposite Nación, para cada productor corresponderán $ 1.000 por hectárea, y hasta un máximo de $ 25.000; es decir que si supera las 25 hectáreas el monto individual asignado no superará esa cifra. A partir del envío de la remesa, deben cumplirse diversos procedimientos administrativos y legales para comenzar con la distribución de los fondos.
Por otra parte, un remanente de dinero será destinado a la lucha contra la mosca de los frutos, campaña que en realidad precisa mayores recursos que serán completados por la Provincia.