El titular de la División Sanidad Animal, Federico Fernández, dijo ayer a El País que de los 14 millones de dosis dispuestas para vacunar a unos 12 millones de vacunos en el actual período, los productores ya levantaron casi 10 millones de vacunas que representan el 80% del total. “Sabemos que muchas de esas vacunas no pudieron ser aplicadas sobre el ganado por el exceso de lluvias en varios departamentos. Sin embargo, los números obtenidos en la evaluación primaria son bastante buenos”, remarcó el jerarca.
En lo que hay algo de retraso comparado con períodos anteriores es en los controles directos a nivel de campo. Esos controles son efectuados por los técnicos de los servicios sanitarios locales, constatando que se está cumpliendo con lo dispuesto.
“De los 2.000 controles directos que teníamos previsto hacer aleatoriamente llevamos 700 (el 38%). Los destrozos en la caminería rural y la imposibilidad de vacunar en algunas zonas complicaron la tarea”, confirmó Fernández.
El jerarca remarcó que hasta ahora, “no hubo inconvenientes demasiado grandes más allá de los retrasos en los controles directos” y descartó -al menos por ahora- que se vaya a ampliar el período de vacunación más allá de fin de mes. La inoculación de todo el stock bovino abarca febrero. “No se está pensando en una prórroga en general”, advirtió. Más allá de eso, como siempre sucede, se contemplarán los planteos puntuales de los productores ganaderos.
En cuanto a los atrasos en la vacunación en aquellas zonas más complicadas por el exceso hídrico -básicamente algunos departamentos del Sur del país-, el director de la División Sanidad Animal reconoció que no es bueno estresar al ganado moviéndolo en el barro y exhortó a cuidar la cadena de frío de la vacuna para mantener su efectividad.
Los animales tienen que estar tranquilos y sin estrés para garantizar la inmunidad de todo el rodeo bovino.
Por otro lado, si “hay dudas en cuanto a la mantención de la cadena de frío, es bueno que los productores las manifiesten en la dependencia de su zona para que se retiren esas vacunas y sean repuestas por otras”, explicó. La meta es vacunar bien hasta el último animal, para mantener el estatus sanitario.