Sólo los Rolling Stones parecen poder comer carne en el país. El martes visitaron una parrilla de Palermo y degustaron los mejores platos, sin detenerse en los precios. Pero para los argentinos, los aumentos en los cortes vacunos generaron un escenario insólito en donde los principales restoranes de la Capital ya no la ofrecen en sus menús promocionales, una forma de poder seguir tentando a los comensales con precios accesibles. Es que en lo que va del año cayó un 20% la cantidad de clientes, sobre todo en las parrillas, en comparación con la misma época del año pasado.
Las pizarras frente a los restó son un clásico desde hace años. Bajo el nombre de "menú ejecutivo" o "sugerencias" los locales suelen ofrecer distintos platos a precios más económicos combinados en general con bebida y postre. Según un relevamiento realizado por Ámbito Financiero, pollo, pescado, ensalada y hasta pizza son las ofertas más sugeridas (ver fotos). Sólo algunos se animan a incluir milanesas, pero el clásico bife de chorizo o matambre brillan por su ausencia.
"Este escenario es preocupante, estamos en alerta porque el aumento de la carne significa tocar el mayor insumo de los restoranes, es un golpe más en la estructura de costo", explicó Verónica Sanchez, presidenta de la Cámara de Restaurantes que agrupa la Asociación de Hoteles, Restaurantes, Confiterías y Cafés. Además describió que "estimamos una caída del 20% de comensales en comparación con el primer bimestre de 2015".
La situación se refleja en los locales, sobre todo en las parrillas, que sienten la merma del público. En Puerto Madero y San Telmo rescatan la presencia de turistas, aunque como consecuencia de la devaluación del real, la caída en la llegada de brasileños fue muy notoria en los últimos 18 meses. "Los platos más caros son los de carne, por eso buscamos ofrecer otras variantes, como salmón o mariscos", sostuvo un empleado del restorán "Brasas Argentinas", en Puerto Madero.
Todos los restó consultados aseguraron que los aumentos en la carta son mucho menores que los que experimentó la carne en los últimos dos meses. "Cada año la caída es más marcada. Además los incrementos en las cartas son menores que la inflación porque si no, no habría público en los locales", sostuvo Sanchez. "Salir a comer es un lujo que cada vez se reduce a un público más acotado", concluyó.
En otro restorán de Puerto Madero la situación tampoco es buena. "Se mantienen los precios como en diciembre para ayudar a la gente a que venga; las vacaciones y los tarifazos influenciaron en la demanda que viene muy contenida", explicaron.
Algunas asociaciones de defensa a los consumidores recomiendan no comer carne hasta que los precios bajen, eso sumado a los aumentos en los servicios que vienen atravesando los argentinos repercutieron de lleno en los restoranes, que una vez más buscarán la forma de escaparle a un nuevo golpe.