Lograr una siembra de calidad es vital en el caso de este cereal, sobre todo en términos de emergencia temporal y espacial uniformes, un problema cuya desatención puede generar importantes pérdidas de rindes.
Para los técnicos del Precop INTA, la semilla de maíz debe colocarse a la profundidad apropiada (5 cm) y de forma pareja una con respecto a la siguiente y anterior, para dar lugar a plantas uniformes que no compitan y evitar la aparición de dominadas y dominantes.
Si la semilla es localizada a excesiva profundidad no recibirá oxígeno para germinar, o bien si lo hace puede agotar las reservas antes de emerger. Si en cambio se coloca demasiado superficialmente existe el riesgo de que el suelo pierda humedad antes de germinar o bien no se establezcan las raíces y la plántula se seque o tenga un pobre arranque.
No menos importante es la uniformidad en cuanto a la profundidad en la línea de siembra para lograr cultivos con desarrollos normales y parejos, como factor que potencia los rindes. Los técnicos del INTA advierten que un cuerpo de siembra sin barredores y con doble rueda limitadora copiará las irregularidades del rastrojo, por lo que ante un residuo abundante las ruedas impedirán la penetración del cuerpo y quedará la semilla a 2 cm en lugar de a 5,5 cm, con 3 cm de rastrojo superficial. Ésta será una planta dominada. El uso de barrerrastrojos puede ser una solución para lograr uniformidad de profundidad de siembra, como también para uniformar la localización de la corona en igualdad de condiciones para capturar la luz por parte del coleoptile.
Parejito
Asimismo interesa una distribución uniforme en la línea de siembra. La variabilidad en este sentido puede ser causada por el funcionamiento defectuoso de la sembradora, una excesiva velocidad de siembra y/o una ineficiente germinación o muerte de plántulas. Puede tratarse de espaciamientos muy cortos o muy largos, que conjugados generan una desigualdad de condiciones para ciertos individuos.
Existen ensayos que revelan que al incrementar la velocidad de 6 a 9 km/h, no sólo se genera una menor emergencia sino que además surgen problemas de profundidad de implantación, con las consecuencias antes indicadas. Las pérdidas de rendimiento de maíz pueden ser tan grandes como 100 a 200 kg/ha cuando la velocidad de la sembradora aumenta en 1 km por hora por encima de la marca recomendada.
Para conocer como se altera el potencial de rendimiento en la medida que la sembradoras aumenta la velocidad, el INTA propone realizar repeticiones apareadas de velocidades de siembra y luego evaluarlas con el monitor de rendimiento.
Tenga en cuenta asimismo que en general no germina la totalidad de la semilla sembrada, y que el correcto mantenimiento de la sembradora es una práctica obligada al final de cada campaña. Todos los ajustes y reparaciones que aseguren la operación correcta de la sembradora pueden prevenir importantes pérdidas, equivalentes a 400-900 kg/ha, por una despareja distribución de plantas. Estos valores pueden incrementarse más aun con sembradoras de placas y semilla descalibrada.
Las causas de la emergencia retrasada incluyen a la humedad y temperatura variable del suelo. También influye el contacto desigual entre semilla y suelo debido a cámaras de aire en el perfil, desuniforme distribución de residuos de cosecha, ajuste inexacto de la cuchilla encargada de abrir el surco y de las ruedas apreta semilla, y corrimiento de la semilla por elementos fijadores tipo lengüeta plásticas.
La evaluación de las condiciones del suelo es muy importante en la mejora del establecimiento del maíz. Según el INTA, la temperatura del perfil debe ser superiores a los 10°C, sobre todo en siembras tempranas, y con abundante cobertura de residuos de cosecha. Y desde luego tener el agua útil necesaria.