La producción de carne y de granos durante la presente campaña son las actividades agropecuarias más rentables en la provincia, según un estudio elaborado por el Ieral de la Fundación Mediterránea.
El documento, elaborado por los economistas Juan Manuel Garzon, Nicolás Torre y Francisco Bullano, presenta la rentabilidad esperada en el ciclo 2015/2016 de tres inversiones agropecuarias desarrolladas en la provincia de Córdoba (producción de granos, hacienda y leche).
Modelos productivos
Se trata de un ejercicio de simulación que supone producción bajo campo alquilado, rendimientos productivos normales y alquileres representativos (para las zonas donde se ubican los emprendimientos). Se trabaja con precios observados y con precios esperados en las variables relevantes para los meses que restan hasta el cierre de la campaña (junio 2016). Se consideran también una tasa de inflación del 35 por ciento anual en el ciclo y un tipo de cambio de cierre de 15,5 pesos por dólar.
Resultados
Las conclusiones del informe indican que dos de las tres inversiones agropecuarias cerrarán el ciclo 2015/2016 con rentabilidades positivas, con tasas superiores a las que se esperaban antes del cambio de Gobierno.
En el caso de los granos, para campos de buena aptitud, caso de un establecimiento de referencia localizado en Marcos Juárez, el ciclo dejará un retorno sobre activos (ROA) de entre 15 y 22 por ciento real, dependiendo de la asignación relativa de tierras entre el maíz y la soja.
Por su parte, dos explotaciones ganaderas de referencia, que se localizan en las cercanías de Malena (sur de Córdoba), estarían obteniendo un ROA de 13,3 por ciento real para la unidad productiva que realiza invernada y un ROA de 11,1 por ciento para la que opera ciclo completo.
Una historia diferente es la de la lechería, que por factores externos (bajos precios) e internos (elevados costos en dólares) se encuentra inmersa en una tormenta perfecta, excepcional por la combinación de circunstancias, que requerirá de políticas de contención a los efectos de atenuar el fuerte impacto sobre el eslabón primario, el que claramente está absorbiendo prácticamente todo el ajuste.
La lechería, en rojo
Una explotación tambera que produce en campo alquilado en la cuenca de Villa María se proyecta con un ROA negativa de 12,3 por ciento en términos reales en el ciclo 2015/2016, mientras que una explotación ubicada en las cercanías de Brinkmann, estaría cerrando el ciclo con una rentabilidad negativa de 14,9 por ciento en términos reales.
Estos números no incluyen los subsidios a tambos establecidos por el anterior y el actual Gobierno. Cuando en las simulaciones se incluyen estos montos de ayuda las pérdidas se atenúan pero no desaparecen; la rentabilidad negativa se reduce un 24 por ciento en el caso del tambo Villa María (el ROA pasa de 12,3 a 9,4 por ciento) y en un 35 por ciento en el caso del tambo Brinkmann (14,9 a 9,7 por ciento), precisa el informe.