Aunque Brasil no es uno de los principales productores mundiales de trigo, ocupando el puesto 15 a nivel mundial, el país ha experimentado un crecimiento significativo en el cultivo de este cereal, sobre todo en las regiones más frías. Este aumento de la producción refleja la creciente importancia del trigo para la agricultura brasileña, que busca reducir su dependencia de las importaciones y fortalecer el mercado interno.
Para la cosecha de trigo 2024/2025, la Compañía Nacional de Abastecimiento (Conab) estima una producción de 9,59 millones de toneladas, lo que representa un aumento del 18,4% en comparación con la cosecha anterior. Este crecimiento ocurre incluso con una reducción del 6% en el área plantada, que ahora abarca 3,26 millones de hectáreas.
La productividad media proyectada para el trigo en Brasil es de 2.937 kg/ha, un aumento del 28% en comparación con el ciclo anterior. Esto refleja una tendencia hacia una mayor eficiencia del cultivo, con resultados positivos impulsados por factores climáticos favorables y un mejor uso de la tecnología agrícola.
La mayor parte de la producción de trigo en Brasil se concentra en la Región Sur, que representa cerca del 90% de las cosechas, especialmente en los estados de Paraná y Rio Grande do Sul. En estas regiones, la cosecha ha mostrado un excelente potencial de rendimiento. Además, ha habido una expansión significativa de la producción en el Centro-Oeste, particularmente en las áreas irrigadas, lo que contribuye a los buenos resultados esperados en el país.
Esta evolución pone de relieve el avance de Brasil en materia de independencia productiva, ya que reduce la necesidad de importaciones, que tradicionalmente complementan el consumo interno de cerca de 12 millones de toneladas de trigo al año.
Rio Grande do Sul y Paraná son los mayores productores, que aprovechan las condiciones invernales más suaves. En estos estados, el trigo se suele sembrar entre mayo y julio, y la cosecha se espera a fines del invierno y principios de la primavera.
La producción de trigo en el sur de Brasil ha alcanzado niveles impresionantes en los últimos años. En 2023, Rio Grande do Sul se destacó con 5,62 millones de toneladas, seguido de cerca por Paraná, que registró 3,86 millones de toneladas. Estas dos regiones representan una parte importante de la producción nacional.
Otras regiones, como el Medio Oeste y el Sudeste, han ampliado su producción de trigo. En el Cerrado, las técnicas de irrigación y las nuevas variedades más resistentes al calor han permitido el cultivo en lugares que antes no se consideraban adecuados para este cereal.
El éxito en el cultivo de trigo depende de la observación de los requisitos climáticos, el cuidado esencial del suelo y el manejo adecuado del cultivo.
Aunque Brasil sigue siendo importador de trigo, el potencial de expansión de la producción nacional es enorme. Las nuevas fronteras agrícolas, como el Cerrado, han demostrado una gran capacidad productiva, y las tecnologías modernas de riego y gestión han sido cruciales para aumentar la productividad.
Con el aumento de la producción, Brasil tiene potencial para satisfacer la demanda interna y posicionarse como un exportador competitivo. Mejorar la calidad del trigo producido en el país puede abrir puertas a nuevos mercados internacionales, como América Latina y África.
El cultivo de trigo en Brasil sigue creciendo, impulsado por la demanda interna y el potencial exportador. La región Sur es la principal productora, pero otras áreas, como el Centro-Oeste, también están ganando relevancia en el escenario nacional. Con tecnologías avanzadas, buenas prácticas agrícolas y una planificación adecuada basada en la zonificación agrícola, Brasil puede reducir su dependencia de las importaciones y destacarse en el mercado mundial de trigo.