En Brasil anuncian el fin de la vacunación contra fiebre aftosa en todo el territorio, según la OMS, la gripe aviar podría transmitirse a las vacas fuera de Estados Unidos. En Nueva Zelanda, la reducción de los pastizales está llevando a una disminución del stock ganadero y en Australia la industria cárnica registra una reducción del 78% en las emisiones netas de gases de efecto invernadero desde 2005.
Con el fin de la última inmunización contra la fiebre aftosa para 12 unidades de la Federación y parte del estado de Amazonas, Brasil avanza en el Plan Estratégico del Programa Nacional de Erradicación de la Fiebre Aftosa cerrando un ciclo iniciado hace más de 50 años. En adelante, el país deberá trabajar para recibir el reconocimiento del status sanitario por parte de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA). Para ello, dicho organismo exige la suspensión de la vacunación contra la fiebre aftosa y la prohibición del ingreso de animales vacunados a los estados durante al menos 12 meses. Brasil prevé presentar la solicitud de reconocimiento a la OMSA en agosto de 2024. El resultado, de ser aprobado, será presentado en mayo de 2025, durante la asamblea general de la entidad.
En momentos en los que funcionarios estadounidenses están tratando de verificar la seguridad de la leche y la carne después de confirmar el virus H5N1 en 34 rodeos de ganado lechero en nueve estados desde finales de marzo, y en una persona en Texas, el jefe del Programa Mundial de Influenza de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Wenqing Zhang, dijo en una conferencia de prensa en Ginebra que existía el riesgo de que el virus de la influenza aviar H5N1 se propagara a otros países a través de las aves migratorias. Al mismo tiempo, Zhang elogió la decisión de EE.UU. compartir tempranamente la secuencia genética del virus, así como la colaboración de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades locales lo que le permite al organismo monitorear la situación y actualizar las medidas de prevención.
De acuerdo a los datos recientemente publicados por la oficina de estadísticas neozelandesa (Stats NZ), el número total vacunos para carne disminuyó un 4% en el último año a 3,7 millones mientras que el ganado lechero lo hizo en un 1% anual a 5,9 millones. Asimismo, el rebaño nacional de ovejas también continuó disminuyendo un 3% para situarse en 24,4 millones para el año que finalizó en junio de 2023. Según afirma el director senior de estadísticas medioambientales y agrícolas, Stuart Jones, esta disminución en número de cabezas está relacionada con una caída a largo plazo en la superficie total de pastizales debido al avance de la agricultura. De 2011 a 2023, la superficie total de pastizales se redujo en un 12% lo que equivale a unas 942.000 hectáreas.
El informe de CSIRO, la Agencia Nacional de Ciencias de Australia, publicado por Meat & Livestock Australia (MLA) proporciona una estimación actualizada de las emisiones atribuibles a la producción y procesamiento de carne de vacuno, ovejas y cabras según el Inventario Nacional Australiano de Gases de Efecto Invernadero de 2021. Según la directora del proyecto Carbono Neutral 2030 de MLA, Julia Waite, esta reducción se debió principalmente a los cambios introducidos en el uso de la tierra. "Las bajas tasas de tala y los mayores volúmenes de rebrote han contribuido a una mayor reserva de carbono en la tierra asociada con la gestión ganadera, lo que ha debilitado la posición colectiva del sector", detalló Waite. En 2017, la industria australiana de la carne roja se comprometió a lograr la neutralidad de carbono para 2030.