Con la llegada del momento "crítico" de la campaña, los productores del sudoeste chaqueño esperan que se cumplan los pronósticos de lluvia para la región. Las precipitaciones han sido inestables y -en varios lugares- escasas.
Mientras a nivel nacional las declaraciones del presidente Alberto Fernández, y algunos funcionarios aumentan la tensión con el sector agroindustrial, y la presión impositiva aumenta; el contexto internacional se muestra óptimo para pensar en una situación de recuperación que busca el sector que dinamiza la economía del país.
Sin embargo, a este contexto, se suma un "año Niña", donde la escases, e irregularidades en las precipitaciones generan preocupaciones sobre la situación de los cultivos en esta campaña, que comenzó con un etapa muy mala para el girasol.
"Venimos un poco complicados con la lluvia. Los que hicieron siembra temprana vienen mal. Hay zonas complicadas, pero todo es muy variado. Las siembras tardías tienen más posibilidades, con los maíces, por ejemplo", indicó Daniel Mortiz, producto y contratista.
"Hay lugares donde llovió bien, con lotes muy buenos, y cerca, lotes que no llovió nada; estamos entrando en la época crítica del llenado de granos. En pocos kilómetros, tenes una soja espectacular, y otra muy mala. Por ejemplo, en la última lluvia, de enero que en Charata llovió 100 milímetros, en nuestra zona (Pampa Somer) apenas tuvimos 15 milímetros", describió.
Ganadería
Mortiz, es productor mixto, y la ganadería que se hace en gran parte con alimentación con pasto, también enciende el alerta de cara al invierno. "Los que tenemos pasto natural, que se hace entre noviembre, diciembre, enero y febrero necesitamos el agua. En la zona de Tres Estacas o Las Leonas ya no hay pasto para las vacas. Esto genera más preocupación para el inverno, porque estos son los meses en que hacemos reservas", expresó el productor.
Combustible
Consultado por el impacto que genera el constante aumento del combustible, Moritz dijo "el aumento afecta a todos, no solo al productor. El año pasado, para esta época el combustible estaba más caro que el precio de la soja. Hoy, con menos kilos de soja compramos mil litros de gasoil. Pero, el aumento afecta a todo, porque a raíz de esto aumenta el transporte de mercadería que llega aquí, el material para la construcción, entre otros."
"Creo que sin una meta o una mirada profunda, nos va a complicar a todo. Económicamente, depende la cosecha que tengamos: si es mediocre o floja, nos afectará mucho, porque uno cobra de acuerdo a los rindes. En mi caso, como contratista, si no hay buen rinde el pago es menor, y el combustible seguirá aumentando", detalló.