La ley 27.191 y su respectiva reglamentación, contenida en el decreto 531/2016, marcan el rumbo hacia una matriz energética sustentable y competitiva, integradora del conjunto de la economía productiva, del desarrollo industrial, del trabajo y del consumo.
Según los cálculos de la Cámara Argentina de Energías Renovables (Cader), en los próximos 5 años, el sector de las energías renovables podría crear alrededor de 60.000 nuevos empleos.
En este sentido, si las energías renovables despegan en nuestro país, también lo hará la generación de puestos de trabajo, la mano de obra calificada y las oportunidades de desarrollo industrial -en especial para las pymes-, al explotar la excelencia y abundancia de los recursos naturales que poseemos.
El proceso productivo en relación con las energías renovables puede subdividirse en dos categorías de actividad, que configuran empleos de diferente índole. Por un lado, la rama de construcción e instalación que incluye aquellos trabajos necesarios para la ejecución de plantas energéticas y, por otro, los de operación y mantenimiento para efectuar todo aquello relacionado con las instalaciones y la gestión de dichas plantas.
Cabe aclarar que el empleo creado gracias a las energías renovables depende del desarrollo de proyectos relacionados con dicho sector: mientras se instale más energía renovable en el país, mayor será el volumen de empleo en la Argentina.
A nivel internacional, en el informe de 2015 sobre Energía Renovable y Empleo, la Agencia Internacional de Energía Renovable (Irena) estimó que hay 7,7 millones de puestos de trabajo directos e indirectos en el sector de la energía renovable en 2014, teniendo en cuenta a la biomasa, biocombustibles líquidos, biogas, geotérmica, pequeñas hidroeléctricas, solares fotovoltaicos, energía solar concentrada, calefacción solar y energía eólica.
Otro de los estudios de la Agencia Internacional de Energía Renovable (Irena) pronostica que para 2030 cerca de 24 millones de personas podrían ser empleadas por el sector en el mundo, lo cual significa más del doble que el número actual.
A nivel nacional, Cader, en la plataforma de Escenarios Energéticos, afirma que las energías renovables generan más puestos de trabajo que las convencionales, especialmente en biomasa, biogás, biocombustibles e instalación de energías renovables distribuidas, así como también en pequeñas fotovoltaicas.
Mientras que un parque eólico podría emplear un promedio de 7,7 personas por MW de potencia y una granja solar, un promedio de 6,9 personas, la generación por gas o fuentes nucleares es de tan sólo 1,15 empleos.
La nueva ley, sancionada en septiembre de 2015 por unanimidad en ambas Cámaras, nació fuerte: cuenta con el respaldo político que le otorga un consenso legislativo mayoritario y, a la vez, con un pulso ejecutivo dinámico desde la flamante Subsecretaría de Energías Renovables, cuyo titular, el Ingeniero Sebastián Kind, es uno de los principales impulsores de la norma.
La capacidad de generación de empleo a partir de su aplicación es un argumento más para apoyar esta iniciativa en la Argentina y por fin comprometernos todos para cambiar la matriz energética de cara a un mundo mejor y un futuro más renovable.
El autor es presidente de Saesa, empresa dedicada a la energía