Cargill, una de las tres mayores empresas agroalimentarias del mundo, compró en agosto por U$S 1.500 millones la compañía noruega EWOS, especializada en la producción de alimentos para la acuicultura, ante todo el salmón.
Es la segunda compra de esta magnitud que realiza en este sector el último año. La primera fue PROVIMI, una firma industrial destinada a la producción de nutrientes para la alimentación animal. Por ella pagó U$S 2.000 millones.
El año pasado, la acuacultura sobrepasó por primera vez la pesca de captura en los mares, brecha que se ampliaría hasta duplicarse en 2030.
La adquisición de EWOS le otorga a Cargill 7 plantas industriales en 5 países (Noruega, Chile, Escocia, Canadá y Vietnam), que representan 1.200 millones de toneladas de capacidad de producción, que duplicaría en 5 años.
Cargill dispone ya de plantas ictícolas en Estados Unidos, México, China e India; y actúa sobre la premisa de que se necesitan 1,4 kilos de granos para producir 1 kilo de salmón.
La industria salmonera alcanzó en 2014 a 2.500 millones de toneladas (más 30% en los últimos 5 años); y sus consumidores son los segmentos de mayores ingresos de la nueva clase media mundial, que protagonizan –en especial en Asia- una gigantesca transición dietaria (vuelco masivo al consumo de proteínas cárnicas), que incluye en primer lugar productos ictícolas.
Los consumidores, tanto de los países avanzados como de los emergentes, procuran unir alimentación con beneficios para la salud, preocupados por la epidemia mundial de obesidad y enfermedades concomitantes.
FAO estima que el consumo ictícola mundial alcanzó a 10 kilos per cápita (más 4,4% anual) en 2014, y lapesca de captura disminuyó a 9,7 kilos/ habitante.
El comercio ictícola mundial ascendió a U$S 180 millones el año pasado, y China es el principal importador mundial. Por eso sus precios han alcanzado un récord histórico, y aumentaron 15% en 2014.
El auge del consumo ictícola es sinónimo de urbanización y ésta de desarrollo de las cadenas de supermercados. Wal-Mart tiene 390 grandes unidades en China, y prevé duplicarlas en los próximos 2 años.
La industria ictícola ha crecido 13 veces desde 1980. Entonces era 11% del consumo mundial y ascendió a 60% en 2014 (sería 75% en 2030).
La pesca de captura se mantiene estancada en los últimos 20 años (90 millones de toneladas anuales aproximadamente).
La razón es su virtual desaparición de los mares del mundo debido a las prácticas depredatorias, con la única excepción del Atlántico Sur, convertida en la última gran reserva ictícola del sistema global.
La acuacultura produce hoy en volumen más que la industria de la carne, y se ha colocado a la cabeza de la transición dietaria mundial.
El cambio tecnológico adelantado por las “ciencias de la vida” y su sector de punta -la ingeniería genética-, tiene su base material en la industria ictícola mundial, en la doble dimensión de prevención de enfermedades (aumento del Omega 3) y disminución de la estructura de costos (en primer lugar de los alimentos).
Esta es la línea fundamental del negocio agroalimentario del mundo en los próximos 15/20 años.
Clarín