De acuerdo al último informe de la Dirección de Estudios Económicos de la Bolsa de Comercio de Rosario, «la cosecha de maíz 2020/21 avanzó al 77% del total sembrado, de acuerdo con el último dato disponible del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca (MAGyP)».
Este número está casi 15 puntos porcentuales por detrás del avance logrado en la campaña pasada, cuando se habían cosechado el 92% de los lotes con maíz para este momento del año, destaca el informe.
Cabe señalar, además, que el territorio con mayores retrasos en la cosecha es Córdoba, la provincia líder en producción que aportará más del 40% del maíz argentino en la 2020/21. Las cosechadoras cordobesas han avanzado a la fecha sobre el 72% de los lotes, lejos aún del 98% logrado a igual fecha del año pasado. Santa Fe, otro importante origen del maíz de la región centro de argentina, ha completado el 89% de su cosecha, apenas por detrás de lo logrado el ciclo anterior (92%).
Por su parte, «Buenos Aires, que destina parte de su producción a los puertos fluviales del norte de la provincia y otra parte a los marítimos del sur, ha avanzado sobre el 88% de su superficie sembrada mejorando el ritmo del año anterior», afirma el informe. El progreso de la cosecha en las principales regiones maiceras del país impacta de lleno, a su vez, en el ingreso estimado de camiones a los puertos argentinos.
Además, al analizar cada zona portuaria por separado, se advierten importantes divergencias entre ellas. Los puertos del Up River y del norte de Buenos Aires muestran considerables bajas en la recepción de camiones con maíz respecto a la campaña pasada. Esto se opone a la situación de los puertos marítimos de Bahía Blanca y Necochea, que muestran un pronunciado ascenso en sus ingresos de camiones cargados del grano amarillo respecto de la última campaña y del promedio.
Al dispar avance de la trilla se suma el efecto de la bajante del río Paraná, que condiciona la navegación en la hidrovía y genera costos logísticos adicionales que se han desarrollado exhaustivamente en este Informativo Semanal. En línea con lo esperado, el bajo nivel del río ha sido de la partida para inducir a un mayor ingreso de camiones a los puertos del sur bonaerense, buscando aminorar el alza de costos logísticos.
En este sentido, ya se observa una diferencia de peso entre el precio pizarra de Rosario y el de Bahía Blanca en lo que hace al maíz. Mientras el mes de julio consolida un promedio en torno a los US$ 193/t para los precios de la Cámara Arbitral de Cereales de Rosario (CAC), en la Bolsa de Bahía Blanca el grano amarillo viene subiendo semana tras semana y superó los US$ 224/t. A principios de este mes se encontraba por debajo de los US$ 200/t, pero la bajante ha hecho sus efectos en impulsar los precios para embarcar en los puertos del sur bonaerense. El nivel de precios local sigue siendo cerca de un 43% superior a los del año pasado, mientras que la suba interanual en Bahía Blanca supera el 54%.
Por su parte, la soja se ubicó en la semana superando los US$ 330/t, aunque con leves bajas respecto a la semana pasada, que promediaba los US$ 333/t. Al igual que con el maíz, los precios del poroto continúan mostrando un ascenso interanual próximo al 38% en dólares.
En lo que hace a la dinámica comercial externa, la semana cierra con declaraciones juradas de ventas de exportación (DJVE) de maíz por más de 0,8 Mt, por debajo de los 0,91 Mt de la semana pasada pero por encima de las últimas semanas, que venían con ritmos de declaración en torno a las 0,3 Mt semanales. Las DJVE con maíz totalizan así 31,6 Mt en lo que va de la campaña 2020/21, 16% por encima de los niveles de la campaña pasada.
Por parte del complejo soja, la semana lleva DJVE por cerca de 0,88 Mt, por detrás del 1,01 Mt de la semana pasada, aunque recupera un buen ritmo de declaración respecto a las semanas pasadas, al igual que el maíz. Las declaraciones juradas del complejo soja llevan un acumulado de 21,2 Mt, un 4% menos que la campaña pasada tomado en conjunto. No obstante, los subproductos de soja van un 6% por encima de la campaña pasada, frente a caídas del 27% y 3% en las DJVE de poroto y aceite de soja.