Se entregaron cuarenta equipos solares que están distribuidos en diferentes zonas de las islas del Delta bonaerense, en la zona de Campana, San Fernando, Baradero y San Pedro. El programa alcanzó a pequeños y medianos productores que tienen entre uno o dos hasta 100 animales máximo que va en una escala de superficie no mayor a las 200 hectáreas.
La incorporación de esta tecnología permite incrementar el apotreramiento de los campos para la administración de la oferta del pastizal natural en las islas, además de poder separar los sistemas productivos de la ganadería con el desarrollo de las huertas o el desarrollo de parcelas forestales.
Cabe destacar que la selección de las familias fue para todas aquellas unidades que no tengan cercanías de fuentes de energía digamos convencional para poder aprovechar la energía solar y unidades que sean familiares y que tengan esta posibilidad de incorporar esta tecnología en sus establecimientos.
"Finalizamos la jornada de capacitación a pequeños productores familiares a partir del programa PERMER", sostuvo el Coordinador Territorial del INTA Delta, Adrián González, y explicó que "es un programa que suministra equipos solares para diferentes usos, en nuestro caso para la región del Delta, sirve para los sistemas productivos predominantes de la zona a pequeña escala. Esto es una tecnología muy importante para los productores ganaderos, los que tienen huertas, que separan sus sistemas productivos de animales de granja, incluso de la ganadería y también para la administración de quienes tienen parcelas forestales con ganadería".
Por su parte, el Agente de Proyecto Cambio Rural, Juan Diego Ravalli, destacó que "el uso del alambrado eléctrico en los productores de pequeña escala permite mejorar el sistema, desde el punto de vista nutricional para los animales, como también para poder sectorizar sus ambientes productivos" y agregó: "separar una huerta de traspatio y evitar que tanto porcinos, ovinos u otros animales de granja que tenga la familia ingresen a las huertas y las puedan dañar".
En los productores de ganadería bovina, que para esta región es básicamente de cría, permite no solamente sectorizar el campo y hacer un parcelamiento que permita un mejor consumo de los recursos forrajeros sino también hacer potreros para separar a los toros del rodeo fuera de la temporada de servicio.
A partir del desarrollo de las capacitaciones, los productores recibieron los boyeros que los están instalando en sus campos. "Empieza un control y visita a los establecimientos para verificar el correcto funcionamiento e instalación de los equipos", sostuvo Walter Cáceres, de Arroyo El Ciego, y agregó que "tenemos una secuencia de visitas en diferentes períodos del año para verificar la sustentabilidad y el funcionamiento de los equipos".