Programa de Impulso al Desarrollo de las Economías Regionales (Ider) es el nombre de una iniciativa que lanzó el Gobierno nacional este martes, a través de la publicación de una resolución del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca en el Boletín Oficial.
El objetivo principal del plan, según consta en el texto normativo, es "promover acciones destinadas a mejorar las condiciones socioeconómicas, productivas, comerciales y financieras de las economías regionales, en un marco de desarrollo sustentable con criterios de equidad social y territorial".
En el anexo con el manual operativo que profundiza en los detalles del programa, se mencionan además cinco objetivos específicos:
Aumentar la productividad e incrementar la agregación de valor en el territorio de un conjunto de cadenas de valor de gran importancia para las economías regionales.
Promover las estrategias locales de planificación territorial que se orienten a la delimitación de los espacios y asentamientos productivos y la mejora de infraestructura social, ambiental y productiva, en áreas periurbanas con potencial productivo.Incentivar el desarrollo del asociativismo horizontal y vertical y los conglomerados productivos o clústeres.Impulsar la modernización, reconversión, complementación e innovación tecnológica promoviendo la integración de los factores de la producción de origen agropecuario y su transformación.
Promover la modernización de la cadena de abastecimiento de hortalizas y frutas para consumo fresco en el mercado interno y para exportación.
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En concreto, lo que hará el Gobierno es disponer fondos para que empresas vinculadas a las economías regionales puedan desarrollar proyectos que incrementen la producción o agreguen valor.
Esto, a través de convocatorias a presentar planes de inversión que serán diseñadas por la Subsecretaría de Desarrollo de Economías Regionales de la Secretaría de Alimentos, Bioeconomía y Desarrollo Regional.
La factibilidad de los proyectos se evaluará en función de varios criterios, como su sostenibilidad económica, la equidad en las relaciones económicas y comerciales, la cooperación sectorial/regional, la factibilidad ambiental, la productividad y competitividad de carácter asociativo, la equidad de género, juventud y comunidades originarias, y procesos que resulten ambientalmente sostenibles y/o vinculados con la economía circular o con la bioeconomía en todas sus ramas, o prácticas que tiendan a la transición hacia sistemas productivos agroecológicos.
Por ello, los proyectos serán priorizados de acuerdo a los siguientes parámetros:
Que sean presentados a través de mesas territoriales, entramados asociativos, cadenas productivas y/u otras estructuras formales.
Que incluyan perspectiva de género, juventud y comunidades originarias.
Que generen valor agregado y mano de obra.
Que fortalezcan y/o promuevan el arraigo rural.
Que promuevan la economía circular y abastecimiento local.
Que promuevan la diversificación productiva.
Que implementen Buenas Prácticas Agrícolas (BPA) o Buenas Prácticas de Manufactura (BPM).
Que practiquen actividades amigables con el medio ambiente.
Que sumen eficiencia en el manejo del agua y riego.
Que tengan alcance regional.Que su producción tenga posibilidad de exportación o de incremento de exportación.
Que promocionen el uso de seguros, especialmente seguros paramétricos o de índices, e incorporación de activos y prácticas mitigadores de riesgo climático, entre otros.
Que promocionen mecanismos de acceso a herramientas financieras de resguardo ante oscilaciones bruscas de precios.
