En áreas de la región núcleo donde el maíz tardío dominaba y la soja no supera los 30 qq/ha, el girasol y el sorgo están tomando protagonismo, explica un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).
Muchos productores, frente a un año marcado por la incertidumbre climática, los perfiles de los suelos descargados, y la amenaza de la chicharrita, han comenzado a considerar estas alternativas, indica la BCR.
Aunque no ofrecen los mejores márgenes, son cultivos que presentan ventajas frente al maíz tardío.
Desde el sudeste cordobés, en Noetinger la producción se dividía entre un 50% de maíz tardío y un 50% temprano. Sin embargo, hace tres campañas que el girasol y el sorgo vienen ganando protagonismo. "Allí, estiman que la superficie destinada al maíz total se reducirá en un 50% por la imposibilidad de realizar maíz tardío. Y, si las lluvias de septiembre no llegan tiempo, la caída podría ser aún mayor, llegando al 70%", indica la BCR.
"Frente a este panorama, el girasol y el sorgo emergen como una opción defensiva y viable, sobre todo en lotes donde la soja apenas alcanza 25 a 30 qq/ha. En estos suelos marginales o con limitantes, estos cultivos se perfilan como alternativas viables frente al maíz", puntualiza el informe.
¿Por qué elegir girasol o sorgo?
"Principalmente, por resistencia a la sequía y altas temperaturas", puntualizan los técnicos. Resaltan que el sorgo, además, presenta una característica particular: la latencia, a través de la cual puede retrasar la floración en periodos secos, aprovechando mejor el agua en momentos críticos y asegurando que el período crítico ocurra cuando mejoran las condiciones. Por otro lado, la cosecha temprana del girasol en febrero permite liberar los lotes para aprovechar la recarga otoñal y sembrar cultivos de cobertura o trigo. Genera ingresos a principios de año y además, se logran buenas productividades.
Girasol y sorgo, ¿son oportunidades rentables?