Los analistas le otorgan importantes chances a una victoria de las ideas pro-mercado, lo cual generaría cambios casi inmediatos en muchas variables, forzados por la realidad. Virtualmente ninguna proyección imagina un triunfo del oficialismo.
El escenario ha sido descripto hasta el cansancio. Todos lo conocemos. Inflación desatada, reservas en plena agonía, dólar real fuera de control, altísima deuda pública, fuerte deterioro de los ingresos de la población. La lista de infortunios es más larga, ciertamente. Lo que no sabemos es qué nos espera a partir del lunes, una bisagra que empezará a definir la suerte de los argentinos durante los próximos cuatro años. Pero además determinará el rumbo de esta cascoteada economía hasta que asuma el nuevo gobierno.
Banner
Afortunadamente algunas consultoras se han adelantado a analizar los escenarios posibles. Hay una clara prevalencia de las chances que llevan a un nuevo contexto pro-mercado, y una montaña de dudas respecto del candidato oficialista. Tampoco está claro que hará el Fondo Monetario Internacional, la última esperanza del gobierno para llegar a los comicios de octubre con alguna clase de chance. Se sospecha que de acuerdo con los resultados del domingo podría exigir la presencia de algún candidato de la oposición en la mesa de negociación antes de soltar los USD 7.500 millones que necesita esta Administración.
Uno de los que estudió a fondo el tema es el Grupo Romano, que proyecta escenarios tendientes a tratar de entrever hacia dónde irá la economía argentina de aquí a fin de año. En principio, vale destacar que en ninguno de los casos planteados el mercado observa una victoria contundente del oficialismo. Consultatio coincide con la idea y considera que si se tiene en cuenta la situación de las distintas variables económicas, el margen de sorpresa debería ser acotado en lo que a las chances de Massa se refiere. No es de Perogrullo, la entente gobernante tiene un núcleo duro que la pone a tiro a pesar del fracaso de la gestión económica.
Banner
Por lo demás, si Juntos por el Cambio lograra un triunfo resonante el domingo, por caso con el 40% de los votos o algo más, con 10 puntos o más sobre el oficialismo, es razonable imaginar un rally de los activos argentinos hasta la elección principal. Estos especialistas sospechan una intensa presión para devaluar el dólar oficial y una caída de los dólares financieros, en lo que sería el comienzo del ajuste monetario que está pidiendo el FMI y las reformas que precisa la Argentina. No se descarta una devaluación de entre el 40 y el 60%, un tema no menor para el agro.
Un segundo escenario, tan probable como el anterior, es que Juntos por el Cambio triunfe, pero con un margen más ajustado (4 o 6 puntos más) sobre el oficialismo. Si obtiene al menos un 40% y se encamina a ganar las generales sería una situación similar a la descripta anteriormente. Pero si fuese un 35-36% del total el panorama se pone más incierto y posiblemente el gobierno intente evitar la devaluación del dólar oficial y busque ser competitivo en octubre mediante mecanismos heterodoxos y poco sustentables.
En tercer lugar, con chances de ocurrencia más reducidas, si se diera un empate técnico entre oficialismo y Juntos por el Cambio tendríamos el peor escenario para los próximos meses. Se estima que crecería sobremanera la presión sobre los dólares financieros y se generarían correcciones hacia la baja de los activos locales. Se esfumarían las chances de una depreciación mayor del dólar oficial, con un gobierno que intentará poner liquidez en los bolsillos, contener precios y generar un efecto de revalorización de los salarios en tres meses. Por supuesto apelando a mecanismos precarios y que se pagarán más adelante.
De hecho, Massa acaba de anunciar un aumento para jubilados del 23% y un bono de $27.000 por tres meses. Desde luego que este rango etario merece que se mejoren sus ingresos, pero se nota que el objetivo es puramente electoralista. También se habla de recurrir a una suma fija para todos los trabajadores.
Finalmente, puede darse un escenario de tercios entre las dos grandes coaliciones y La Libertad Avanza. Es otra situación compleja, como cualquiera que pueda significar la continuidad del oficialismo y sus políticas populistas, que nos han traído hasta este presente complicado.
Banner
Desde el Grupo Romano explicitan sus dudas sobre el candidato oficial. De un modo u otro el kirchnerismo es el principal socio de Massa, lo cual pone en tela de juicio la dirección de un posible gobierno suyo, a lo que se suma la sensación de que no podrá contener a la líder de este espacio político, con todo lo que eso significa. Es decir, un remedo de lo que le ocurrió a Fernández.
En el mismo sentido, una encuesta realizada entre 400 empresarios trató de relevar el feeling de los hombres de negocios ante las elecciones de este fin de semana. Entre ellos hoy priman expresiones como "incertidumbre", "cautela en las inversiones", "menores ventas", "hartazgo con la política tradicional", "desconfianza en el mensaje de los candidatos", y "pocas ganas de ir a votar". Sin embargo prevalece el optimismo respecto del resultado de las PASO al menos en la mitad de los casos encuestados. Quizá tiene que ver con la sensación de que cualquiera sea quien gane, su gestión -de confirmar la victoria en octubre- no podrá ser peor que lo que estamos viviendo. Tiene lógica.
